05 oct. 2024

Indonesia diseña su Wakanda, la primera capital ecológica e inteligente

Una ciudad integrada con la jungla de la isla de Borneo, donde los vehículos eléctricos se conducirán solos, no se utilizarán combustibles fósiles y el ahorro de energía estará pensado al detalle, así proyecta Indonesia su nueva capital.

Wakanda Indonesia.jpg

Ilustración del diseño ganador, elaborado por el estudio Urban+, de un concurso organizado por el Ministerio de Obras Públicas de Indonesia.

Foto: EFE

“La hemos apodado la Wakanda indonesia, muy verde pero al mismo tiempo futurista” explica a Efe el cofundador del estudio de diseño urbanístico Urban+, Ardzuna Sinaga, ganador del concurso que convocó el Gobierno para dar forma a la flamante capital.

La nueva urbe, cuyo nombre todavía se desconoce y que podría ser una realidad en cinco años, apostará por favorecer espacios a los peatones mientras el transporte público y privado será eléctrico y autónomo, una exigencia del presidente indonesio, Joko Widodo.

“La idea es aprender de la naturaleza, la naturaleza es sabia, podemos adaptar sus estructuras”, cuenta el director de Paisajes de Urban+, Rahman Andra Wijaya, encargado de integrar la ciudad con el bosque, en su oficina en Yakarta, entre mapas y esbozos de la nueva capital.

Gran parte de la actual capital Yakarta se hunde por la extracción de sus depósitos de agua subterráneos, y el tráfico y la contaminación de su zona metropolitana y ciudades satélite, donde viven cerca de 30 millones de personas, son de los peores del mundo.

Ciudad pionera

Con el nuevo proyecto seleccionado el pasado diciembre, se abre un lienzo vacío en el este de la rica en biodiversidad Borneo de 256.000 hectáreas, menos de la mitad de la extensión de la actual capital y las urbes de su extrarradio, que ofrece infinitas posibilidades para el desafío del Gobierno de crear una ciudad pionera.

Según la idea propuesta por Urban+, el núcleo de la nueva capital se ubicará en una zona de manglares que podrá utilizar el agua del río para crear un pequeño lago, que permitirá mantener una población de menos de 170.000 habitantes en 2025.

Un centro gubernamental de 2.000 hectáreas con el palacio presidencial será terminado en una primera fase hasta 2025, y después estará bien conectado con varias ciudades satélites rodeadas de jungla.

Respecto al diseño inteligente, los diseñadores urbanos indican que es lo principal es preparar la infraestructura para que la ciudad pueda adaptarse a los futuros desarrollos tecnológicos.

Indonesia es el tercer país del mundo con mayor número de centrales de carbón en proceso de construcción y sus compromisos para paliar el cambio climático y la deforestación han sido cuestionados por activistas medioambientales.

Jungla tropical

La isla de Borneo, la tercera más grande del mundo y que comparten también Malasia y Brunei, ha sido tradicionalmente una zona menos desarrollada del archipiélago indonesio en comparación con el centro demográfico y económico que es la isla de Java.

En su menguante jungla tropical, de las más antiguas del mundo y cuna de la mayor población de orangutanes del mundo, ecologistas llevan luchando durante décadas contra la deforestación que provocan las compañías de aceite de palma, madereras y de celulosa.

“Tenemos plantaciones aquí que serán convertidas en nuestra ciudad, si la gente dice que destruiremos el bosque de Borneo no lo haremos”, defiende Wijaya.

Según los diseñadores, que colaboran ahora con el Gobierno para realizar un diseño urbanístico definitivo, la nueva ciudad tomará elementos de otras nuevas capitales como el icónico lago y zonas verdes de la australiana Camberra o el apoyo al desarrollo económico y comercial de la surcoreana Sejong.

Los diseñadores reconocen las dificultades colosales a las que se enfrenta el Gobierno, que aún no ha decidido la ubicación exacta de la nueva capital y que todavía tiene que aprobar en el Parlamento una ley sobre el proyecto, sin contar con la lenta burocracia del país asiático.

“Este es un plan para los próximos 25 o 30 años, no solo cinco años”, dice Sinaga, en referencia a la fecha de 2024 en la que el Ejecutivo planea que los primeros residentes y funcionarios se trasladen a la ciudad, cuyo coste está estimado en unos USD 34.100 millones o 31.000 millones de euros.

Jokowi anunció que entre los inversores y posibles consultores extranjeros para la construcción de la metrópoli se encuentran el príncipe heredero de Abu Dabi, el jeque Mohamed Zayed Al-Nahyan, el presidente del grupo tecnológico nipón Softbank, Masayoshi Son, o el ex primer ministro británico, Tony Blair.

“Las altísimas expectativas pueden hacer el proceso un poco más difícil”, reconoce Sinaga, aunque asegura que están preparados para un desafío “que puede llegar a dar miedo”.

Más contenido de esta sección
La Fiscalía General de Bolivia informó este viernes que el proceso de investigación por presunta trata de personas que involucra al ex presidente Evo Morales (2006-2019) continúa en curso aunque estará en reserva por 10 días.
El asteroide Dimorphos, que fue desviado de su trayectoria durante un experimento en 2022, será investigado por la sonda europea Hera, que emprende en octubre un largo viaje para analizar cómo proteger a la humanidad de una posible amenaza espacial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este viernes que aprobó el primer test para el diagnóstico rápido de la mpox, lo que servirá para mejorar la prevención en los países más golpeados, en particular en África.
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, afirmó este viernes que el ataque contra Israel fue “el menor de los castigos por la agresión israelí”, comentario que hizo con un rifle en la mano durante un rezo colectivo en conmemoración del asesinado líder de la milicia libanesa Hezbolá, Hasán Nasrala.
El Ejército israelí aseguró haber matado a un líder del grupo palestino Hamás en un ataque que lanzó este jueves contra el campamento de refugiados de Tulkarem, en Cisjordania ocupada, en el que murieron al menos 18 personas, según cifras del Ministerio de Sanidad palestino.
Los incendios forestales registrados en Brasil en los primeros nueve meses de 2024, los mayores para el período en 14 años, afectaron directamente a 18,9 millones de personas, de las cuales 10.700 tuvieron que abandonar sus casas, según un balance de la Confederación Nacional de los Municipios (CNM).