03 may. 2025

Inevitable merma en la soja pinta un panorama oscuro para el 2022

La ausencia de lluvias en zonas agrícolas confirmó una sostenida caída de la producción de soja y, como consecuencia, se analiza un revés en las proyecciones de crecimiento económico.

Las primeras cosechas arrojan rendimientos muy bajos y la merma continuará si no se registran lluvias en los próximos días. El ex ministro de Hacienda Manuel Ferreira advirtió que uno de los peores escenarios apunta a un crecimiento del producto interno bruto (PIB) total de 0,7%, muy por debajo del 3,7% que había proyectado el BCP para el 2022.

La recolección de granos se adelantó en el campo debido a que las plantas de soja están muriendo sin completar su ciclo por la falta de agua. Alrededor de unas 1,1 millones de hectáreas de la variedad tempranera están en una situación muy crítica, aunque el efecto de la sequía se va agravando en toda la superficie agrícola, que totaliza unas 3,7 millones de hectáreas. “Vamos a estar muy debajo de las 10 millones de toneladas. Hasta dónde se va a situar es incierto porque todavía dependemos del clima”, dijo al respecto el presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, sobre la producción que se espera en este contexto de la campaña 2021-2022.

La empresa paraguaya de corretaje de mercaderías Agricomp Commodities habla de un rendimiento total de 7,5 a 8 millones de toneladas, en tanto que el economista y ex ministro de Hacienda Manuel Ferreira plantea un escenario económico si empeora el panorama en el campo.

“Si es que se confirman las pérdidas del sector agrícola en 50%, estaríamos con una caída del PIB agrícola de alrededor del 27% y el crecimiento del PIB total llegaría a 0,7% para 2022”, dijo en su cuenta en Twitter.

Con esta hipótesis, el crecimiento económico estaría muy por debajo del 3,7% que tiene previsto el Banco Central del Paraguay para el próximo año, una proyección que se apoyó justamente en los buenos pronósticos para el agro y que ahora experimentan un inminente revés.

Ferreira expuso los efectos que tendría en las principales actividades, como el sector financiero, donde analiza una posible refinanciación de deudas, sobre de todo a los acopiadores; en el comercial observa un impacto en la venta de fertilizantes, agroquímicos, maquinarias y combustibles; en el transporte de carga argumenta que una pérdida de 5 millones de toneladas implica 192.000 fletes y 120 trenes de barcazas menos, mientras que en el área industrial vaticina una disminución en el volumen de granos a procesar.

El mayor impacto recaería en el sector comercial, de servicios y transporte, donde Ferreira alerta sobre una capacidad instalada ociosa y hasta despidos.