El presunto colaborador llegará este lunes a Buenos Aires para reclamar la millonaria recompensa, según informa el medio argentino Perfil.com. El hombre, quien vive en la triple frontera desde hace 21 años, asegura que actuó como informante y participó de un operativo fallido para arrestar a Pérez Corradi en Ciudad del Este.
Mansilla afirma que es civil y que se dedica a “todo tipo de negocios lícitos” en la triple frontera. Asegura además que ya ha colaborado con otras detenciones importantes en el pasado y que tiene numerosos contactos.
Según su relato, en enero de este año reconoció a Ibar en un boliche de Puerto Iguazú y se comunicó con un amigo que tiene contactos judiciales en el vecino país y quien, a su vez, lo puso en contacto con los fiscales de la causa. Afirma que hizo de guía de los gendarmes argentinos en Ciudad del Este, que iban vestidos como paraguayos y hablaban guaraní.
Lograron localizar al prófugo, luego de entre 10 y 12 días de hacer guardia en un country en CDE, pero no podían actuar en el Paraguay, por lo que el 12 de febrero informaron a la Policía paraguaya para que hicieran el arresto. La Policía Nacional elaboró un memo y más tarde los llamaron para identificar a una persona. Mansilla les dijo que ese no era Pérez, pero igualmente la Policía Nacional lo demoró para identificación y resultó ser un cantante de cumbia.
Luego de este fallido operativo, llegó al lugar un periodista de Telefuturo, a quienes los agentes locales le permitieron grabar el documento donde figuraba la identidad de los gendarmes argentinos y del informante. “Nos jugaron una maniobra”, acusó Mansilla.
El informante asegura que, al principio, los paraguayos no sabían de la recompensa, pero que cuando se enteraron, se dieron a la cacería. “Una vez que se revelaron nuestros nombres en la prensa, ya no podíamos estar ahí. Paraguay es muy peligroso, y la Policía es muy peligrosa cuando se trata de dinero”, dijo.
Comenta que, en aquel momento, Pérez Corradi iba hasta el country cada semana para visitar a su novia embarazada (Gladys), y que el hombre buscado por la Justicia, manejaba mucho dinero y se rumoreaba que vendía anabólicos al por mayor.
Sin embargo, después de la captura frustrada, Pérez Corradi se mudó a Foz de Yguazú. Mansilla dice que continuó buscándolo y brindó a información a las autoridades argentinas, entre ellas a la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y al jefe de Interpol en Argentina. “Tengo todos los mensajes, chats y audios guardados y voy a presentarlos con mi abogado –Alejandro Sánchez Kalbermatten– ante el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires”, aseguró.
Pérez Corradi fue detenido el 19 de junio pasado en Foz de Iguazú, y de allí lo trasladaron a Paraguay, donde estuvo preso en la Agrupación Especializada, hasta que finalmente fue extraditado a su país el pasado el martes 5 de julio.
La Justicia Argentina lo estaba buscando desde hace cuatro años por las siguientes causas pendientes: privación ilegítima de libertad agravada y triple homicidio; encubrimiento y evasión de impuestos; e introducción ilegal de efedrina.