El párroco Francisco Silva explica que el Cerco de Jericó consiste en 7 días de intensa oración personal y comunitaria ante Jesús Sacramentado para que se caigan las murallas de los vicios, del odio y rencor, de maldiciones y desventuras, de tristezas y pecados.
Esta es una experiencia de encuentro que se replica un poco con una modalidad antigua cuando Josué, los sacerdotes de aquella época y todo el pueblo tuvieron que entrar a Jericó rezando en torno a la muralla.
Jericó fue la primera ciudad que los hebreos debían conquistar para entrar en la tierra prometida. Esto parecía imposible porque la ciudad contaba con una gran muralla.
Según relatos bíblicos, Dios mandó cercar a Jericó y por 7 días marchar una vez al día alrededor de su muralla, en el séptimo día debían marchar 7 veces y sonar las trompetas con aclamaciones, la muralla terminó cayendo.

El sacerdote explica que tras estos 7 días de oración en la parroquia, Dios será quien eche los muros de la soberbia, de la envidia, de los pecados, etc.
El rezo se iniciará hoy, a las 20.00, y continuará todos los días y a la misma hora hasta el 19 de marzo.