14 abr. 2025

Inseguridad y calles rotas, principales amenazas para quienes andan en bici

El calamitoso estado de las vías públicas, la prepotencia vehicular y la posibilidad de sufrir el robo de la bicicleta son los mayores peligros que afrontan las personas que todos los días pedalean hasta el centro.

Predominio.  El tránsito motor se impone  en las calles y deja pocas chances a los ciclistas.

Predominio. El tránsito motor se impone en las calles y deja pocas chances a los ciclistas.

El auge de las bicicletas como medio de transporte diario se afianza proporcionalmente a los peligros que amenazan la integridad de los ciclistas.

Con el caótico tráfico vehicular, la vulnerabilidad de quienes andan en bici aumenta. Y peor aún, ante la ausencia de bicisendas que conecten a las ciudades periféricas del área metropolitana con el centro de Asunción. Cada vez son más las personas que llegan pedaleando hasta la capital, rumbo al trabajo o la facultad, desde Lambaré, Fernando de la Mora, entre otras localidades.

“A los ciclistas nos toca ir parejito en el reducido espacio entre vereda y asfalto”, señala Ruth Ríos, de Lamberbici.

A ella, además, le tocó sufrir en carne propia la prepotencia de los conductores de vehículos, tanto de autos como de motos. “Ellos te ignoran por completo, nos consideran un estorbo, no así como tránsito”, relata y se lamenta de que pocos sean lo que dan lugar al ciclista “en estos tiempos” en que el tránsito se llena de “conductores impacientes, colectivos que juegan carreras y motociclistas que son aún más prepotentes, se creen inmunes”.

Trampas. Con los baches hay que tener “doble cuidado”, aconseja, porque a veces “queriendo esquivar ocurren los accidentes o caídas”.

Las ondulaciones que se levantan a orillas de las calles por donde –en teoría– tienen que circular los ciclistas, según las ordenanzas de tránsito, pueden convertirse en inesperadas trampas.

Para Richard Ibarra, del taller Ciclista Róga, en capital hace falta recapar completamente las calles y avenidas, no más parches.

“El bacheo que hicieron frente a mi casa no duró tres días”, asegura y suscribe que el mal estado de las calles propician los accidentes ciclísticos. “Normalmente por la culpa de algún bache que uno desvía se produce algún roce (con un vehículo). Al ciclista solamente le queda circular por el lado izquierdo que, generalmente, es una vía rápida y eso produce reacción de los automovilistas”, refiere.

Rapiña. Ruth también lamenta que la situación de inseguridad desaliente el uso de la bici. “Estamos viviendo mucha inseguridad, independientemente al horario en que uno transita; ahora se ingenian para robarte la bici; si bien no lo viví de cerca, cada día surgen nuevos casos de asaltos a ciclistas o robo de las mismas”.

Entiende que es “como un boom del momento” el robo de bicicletas. “Lo peor es que venden a precios ‘simbólicos’ y eso ya debe ser una alerta de que es robada”, avisa y lanza una sugerencia: “Inculcamos a no comprar bicis robadas”.

En Facebook, precisamente, existe una página que se llama Bici-denuncias y a diario se publican situaciones de este tipo. “Algunos logran recuperar y otros ya no”, dice.

A su parecer, lo ideal es pedalear en grupo a modo de protección. “Pero también estamos los que usamos la bici como medio de transporte diario, así que no queda de otra que vivir la aventura diaria y hacer muchos kilómetros en los pedales”, remata.