El director Raúl Doria había señalado que el equipo estaba fuera de servicio hace tiempo y se requería una fuente de iridio que estaba en proceso de adjudicación, pero que existen otros métodos más eficaces y menos invasivos que la braquiterapia para ciertos tipos de cáncer, por lo que decidió cancelar la compra, desmantelar y donar el equipo.
Incluso los médicos cuestionan la decisión del director, quien cuelga de un hilo tras polémicas decisiones que tomó en los últimos meses, como prohibir a los médicos prescribir medicamentos y estudios que no se tengan en el hospital, con el objetivo de evitar posteriormente los amparos judiciales. Decisión en la cual tuvo que retroceder luego de que se filtrara la resolución.
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📌 Director del INCAN conversó con pacientes con cáncer
— NPY Oficial (@npyoficial) July 22, 2024
♦️ Los pacientes le contaron el largo suplicio que deben sufrir para acceder a medicamentos y estudios.
♦️ Esperan que la situación del Instituto mejore con la administración del Dr. Rodrigo Alfonso Díaz.
♦️ El nuevo… pic.twitter.com/Ltel7rpK1V
Una de las pacientes encaró duramente al director médico, el doctor Rodrigo Alfonso Díaz, quien asumió recién el jueves, diciéndole que una de las pacientes vino con su orden para una centellografía con orden de un oncólogo del Ministerio de Salud, pero no le quieren hacer y le vuelven a dar turno para un mes.
“El cáncer no espera. Lo único que queremos tranquilidad, vivimos estresados como pacientes, como asociaciones, porque vemos morir día a día la gente”, recalcó.
Al mismo tiempo, cuestionó la decisión de desmantelar la máquina, siendo el único hospital que contaba con el equipo y que ahora se les está culpando nuevamente a los médicos de que entendieron mal y desarmaron. La paciente lamentó que el director no dé la cara.
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“Nadie vino a mentir, ni por gusto. Tenemos nuestros oncólogos en cada hospital y que su sello y su firma se le niegue en el Incán. Acá se tiene que hacer una barrida, desde la recepción, el maltrato a la gente, ¿ese buenos días con una sonrisa pico tenemos que pagar? Ya venimos con una mochila muy pesada”, manifestó una paciente.
El esposo de una paciente criticó que el Gobierno se ponga a comprar aviones de guerra y autos lujosos, mientras los habitantes no están nada bien. “Ellos están bien, que pregunten a los pacientes la realidad”.
Si bien el novel director intentó ponerse en el zapato de los pacientes y prometió mejorar el servicio, la realidad de los pacientes desnudó la falta de medicamentos, estudios y hasta la mala atención en la admisión.
Los pacientes le explicaron que hay unos nueve oncólogos al servicio del Ministerio de Salud a nivel país, pero que nuevamente las órdenes deben ser autorizadas cuando llegan al Incán desde otros puntos del país y nuevamente deben esperar para realizarse estudios.
Entre tanto, acusaron de mentiroso al director en cada decisión que toma y posteriormente culpa a los médicos.
Otra paciente dijo que la responsable es la ministra de Salud, Marta Bazán, y la que debe dar la orden de cómo actuar, a la vez de asegurar que es mentira de que no faltan medicamentos, ya que no le están proveyendo de anastrozol.
“El director cobarde no pone la cara y es un mentiroso al decir que no falta nada. Estamos peor. Venimos en camiones chatarras al hospital y no hay medicamentos, no hay estudios”, remarcó otra de las pacientes.