En una convulsionada semana, el diputado colorado Juan Carlos Ozorio quedó detenido, poco después de haber renunciado a la Cámara de Diputados, al ser vinculado con un esquema de narcotráfico y lavado de dinero. La detención se dio en el marco de la investigación A Ultranza PY y tras haber sido difundidos una serie de audios, los ahora conocidos narcoaudios.
Diversos operativos antidrogas dejaron expuestos el lujo de supuestos empresarios exitosos y emprendedores que, por los datos que hoy son conocidos, construyeron sus fortunas ayudados con el dinero del narcotráfico. También les han sido muy útiles los excelentes vínculos con políticos y autoridades del Gobierno, lo cual les permitió infiltrar incluso las instituciones del Estado.
Los audios difundidos a través de las redes sociales vinculan al ahora ex diputado Ozorio con uno de los principales líderes del Comando Vermelho, Carlos Alberto de Lima Da Silva, alias Cascao. En uno de ellos se escucha una supuesta conversación con Óscar Sanabria, alias Jackie Chan, detenido por la Senad en Pedro Juan Caballero, en abril del 2021, con una carga de 10 kilos de cocaína y paquetes de marihuana. En la ocasión, el legislador habría organizado una reunión con un proveedor boliviano de pasta base. En otro de los audios se expone el supuesto esquema por el cual el ex diputado colorado habría pagado a la Policía Nacional por la liberación de uno de sus socios. Asimismo, se vinculó a Ozorio con la iglesia Avivamiento de Curuguaty, dirigida por el pastor José Insfrán, imputado como supuesto lavador de activos procedentes del narcotráfico.
El ex diputado Juan Carlos Ozorio Godoy se vio obligado también a renunciar a la Cooperativa San Cristóbal Ltda., en la cual este fungía de presidente, y que según un tuit del Ministerio Público “era investigado con anterioridad a los allanamientos realizados y está sindicado de haber facilitado a los hermanos Insfrán la posibilidad de que puedan poner en circulación el dinero proveniente del #Narcotráfico, a través de la Cooperativa San Cristóbal”.
Las instituciones del Estado paraguayo deben realizar una mejor labor para controlar la filtración del dinero sucio del narcotráfico y del crimen organizado en la política y en las mismas instituciones. Es muy importante que tengamos una Ley de Financiamiento Político, sin embargo, si pese a la normativa y a las limitaciones que esta dispone no se hacen los controles debidos, la ley no tiene efectividad alguna.
Una de las lagunas que se plantean precisamente se trata del control del dinero que se utiliza en las elecciones internas de los partidos políticos. Y, si no se puede establecer la trazabilidad del dinero, se abre un espacio importante para que se filtren los abundantes recursos del narcotráfico y del crimen organizado.
‘‘La mala cosecha es producto de una mala siembra, la cosecha generosa es producto de una siembra generosa’’, expresaba la Conferencia Episcopal Paraguaya en comunicado para el pueblo paraguayo. Ha llegado el momento de enfrentar la realidad de un país que ha dejado que el narcotráfico contamine su esfera política, y sus instituciones públicas. Es hora de controlar la mala siembra.