–¿Halla diferencias entre el Partido Demócrata y el Partido Republicano en cuanto a sus políticas para Paraguay?
–Sí, van a haber diferencias. No necesariamente dirigidas específicamente a Paraguay, pero que pueden afectar a Paraguay y otros países de la región. En general, podemos decir que un gobierno de Trump estará más dispuesto a imponer tarifas aduaneras en rubros en los que no quiere competencia. En el caso paraguayo, la exportación de carne podría verse afectada.
También podemos esperar una política exterior menos institucional y más transaccional hacia los países, de parte del Partido Republicano. Un gobierno de Trump sería mucho más unilateral en su aproximación a los países. Les daría menos importancia a los órganos multilaterales como la OEA o la ONU.
Con el Partido Demócrata probablemente tendríamos mayor institucionalidad y apego a los marcos multilaterales. No avizoramos un aumento del proteccionismo con un gobierno de Harris.
–¿Qué podría variar específicamente de la agenda anticorrupción de EEUU en Paraguay según gane Donald Trump o Kamala Harris?
–Estimamos que la política anticorrupción de un gobierno de Trump estaría mucho más orientada a casos en los que los Estados Unidos tienen algo que perder o en donde haya riesgos para sus objetivos más globales, como los del combate al terrorismo de Hezbollah u otros similares. También estarían apuntando a actos de corrupción ligados al lavado de dinero que afecte el sistema financiero norteamericano.
Un gobierno demócrata también les prestaría atención a esos asuntos, pero tendría un enfoque más principista, en el sentido de verse contrariado por el ascenso de la corrupción en el país, aún si no afecta directamente a EEUU. Con un gobierno de Harris los programas anticorrupción de la Usaid probablemente continuarían como están ahora.
–¿Levantará Trump las sanciones a Horacio Cartes, como esperan algunos sectores?
–Solamente si hay presión por parte de algunos de los aliados del cartismo en el Senado o Cámara de Representantes. No creo que sea un tema en el que el Ejecutivo se fije mucho. En cualquier caso, se tendrían muy en cuenta las razones por las cuales se designó al ex presidente como significativamente corrupto en un inicio, independientemente de que esa designación haya surgido durante el gobierno de Biden.
–¿El grado de afinidad del Gobierno de Santiago Peña es con el candidato republicano podría facilitar algunos puntos de la agenda con Paraguay?
–Los puntos de agenda del gobierno de Santiago Peña siempre van a ser apertura de mercado, inversión extranjera directa, el reconocimiento del Paraguay como un país estable, confiable y donde se puede pensar invertir. Obviamente, se intentará eliminar la designación de HC como significativamente corrupto.
Otra vez más, el grado de afinidad se ha constatado por ciertos interlocutores del Partido Republicano y ello podrían soplarle al oído a Trump. El caso del senador Marco Rubio de Florida, por ejemplo.
–¿Por qué y en qué sentido Trump es considerado un peligro para el mundo?
–Es un hombre que ha sido condenado por los tribunales de EEUU, varios de los miembros de su primer gobierno han alertado sobre su incapacidad moral. Véase dos secretarios de defensa, dos conejeros de seguridad y un jefe de gabinete. Tres de ellos militares retirados del más alto rango. Incitó a la toma del Capitolio el 6 de enero de 2021 para impedir que se aprueben los certificados de votación de los Estado, que daban una victoria a Joe Biden. Recurrentemente se expresa de manera soez y violenta, no le importan los hechos y admira a los autócratas de este mundo.
–¿Qué impacto social y político tendrá para América Latina, donde a Estados Unidos, por ejemplo, preocupa el avance de una potencia como China, de ganar Trump o Harris?
–No creo que haya una diferencia muy grande en cuanto a la competencia con China, pero sí en cuanto al modo de proceder. Trump es mucho más agresivo y entrará en conflicto con los grandes de la región, sobre todo México y Brasil. La relación con Claudia Sheinbaum, la presidenta de México, promete ser muy difícil. En el caso de Harris se intentarán ofrecer mayores alternativas, atrayendo a los países de la región a una mayor integración hemisférica, para quitarle mercado a China. En el caso de México, el hecho de que serían dos “presidentas” puede ser un factor subjetivo que ofrezca un terreno común.
–¿Cuáles son los temas de la agenda internacional más controvertidos que podrían verse beneficiados o perjudicados con Trump de vuelta en la presidencia?
–Es muy probable que con Trump la ayuda militar y alianza con Ucrania se vea afectada, lo que le ofrecerá a Rusia una oportunidad para quedarse con Crimea y el Donbas. La alianza con la OTAN podría perder la fuerza que le dio Biden y los europeos tendrán que depender más de sí mismos para trazar su posicionamiento geopolítico. Corea del Sur y Japón también se pondrían más nerviosos por no contar con un paraguas protector asegurado vis a vis Corea del Norte y China.