Minutos antes de que los reclusos hayan decidido desactivar su medida de fuerza en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú y liberar a quienes mantenían de rehenes, el ministro del Interior, Enrique Riera, habló sobre el caso a través de Monumental 1080 AM y se mostró a favor de los pedidos del clan Rotela para devolver la normalidad al sitio.
De acuerdo con el último comunicado que habían emitido los funcionarios retenidos, los reclusos tenían tres pedidos principales: lo primero, que haya garantías de que no van a entrar los organismos de seguridad del Estado; luego, que se defina una fecha definitiva de cuándo van a abrir la cárcel para nuevos reclusos y, finalmente, tener un diálogo con el viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora.
El tercer pedido ya se les concedió en la mañana de este miércoles, ya que Nicora se apersonó en el sitio y conversó con los reclusos. Al culminar la negociación, el funcionario se retiró sin brindar declaraciones a los medios de prensa y desde el Ministerio de Justicia anunciaron que realizarán una conferencia de prensa donde hablará Ángel Barchini para dar a conocer cómo quedó la negociación.
Riera sostuvo que considera que los tres pedidos no están fuera del marco de la ley, pero que finalmente será el Ministerio de Justicia el que deba definir qué medidas tomar. Si bien reconoció que requieren fortalecer el sistema penitenciario, dijo que el problema no se solucionará “de la noche a la mañana”.
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“Yo creo que no se pide nada que está dentro del marco de las leyes, pero las facultades del Ministerio de Justicia son trasladar a quien quiera. Obviamente, hay que fortalecer el sistema, pero mantengamos el statu quo hasta que la ciudadanía entienda que esta es una crisis penitenciaria”, expresó.
“Si lo que les obsesiona es Rotela, él está adentro y va a seguir, y es uno más de los 3.000. Esto es un problema de hace tiempo y no se va a resolver en una tarde ni una noche. Lo que se hace es ganar tiempo para calmar las aguas y buscar una solución de fondo. Se tiene que actuar con mucha responsabilidad, que digan que la Policía es floja, acepto eso con tal de salvar una vida”, acotó.
Aseguró que están evaluando las acciones a tomar y sostuvo que la idea es “descomprimir el hacinamiento de las cárceles”, por lo que se realizarían traslados de reclusos a tres cárceles que están siendo terminadas, pero que aún no cuentan con las medidas de seguridad aprobadas.
“Estamos pensando en descomprimir el hacinamiento de tres cárceles, queremos que sean limpias y nuevas. Vamos a ponernos todos la camiseta del Estado, nosotros somos la cara visible, pero esto no se va a resolver de la noche a la mañana, se necesita mucha plata, no resolvés el problema cambiando al ministro ni a directores. Es inhumano cómo están viviendo. Ni el peor de los delincuentes merece vivir como lo están haciendo en Tacumbú", manifestó.
Silencio de Barchini
Con respecto al silencio de Barchini, quien con sus declaraciones desató toda la crisis, descartó su eventual remoción del cargo y alegó que si ya no emite declaraciones es por decisión del Gobierno, aunque reconoció que “es razonable” que baje el perfil y ya no hable.
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“El silencio de Barchini desde ayer, esa fue una decisión, pero el problema no es con Barchini ni conmigo, es con la Ley 1337, en su artículo 47, establece que la comisión de crisis está presidida por el ministro del Interior. Lo que recomiendan es que haya una sola voz, pero también debo decir que Barchini, en el momento en que hizo esas declaraciones en la reunión de Gabinete, desconocía que se estaba transmitiendo en directo, por eso el impacto fue grande, fue un error, luego pidió disculpas a sus colegas”, manifestó.
Recordó también que ya habían accedido al video en el que el suboficial Oliver Daniel Lezcano, procesado por el asesinato del militar Líder Javier Ríos, asegura que está vivo, pero que pensó que el ministro de Justicia lo iba a dar a conocer a los medios de prensa. “Yo iba a hablar de las pulseras y él tenía que decir que el señor está vivo y con eso se hubiera evitado todo”, afirmó.