El operativo estuvo coordinado por las divisiones municipales de Fiscalización Tributaria, Defensa al Consumidor y Obras Particulares, con el objetivo de verificar la documentación de los establecimientos comerciales y la correcta exhibición de precios en góndolas, asegurando que coincidan con los valores cobrados en caja.
Como resultado de las inspecciones, se procedió a la suspensión temporal de actividades en dos comercios. Uno de ellos fue clausurado por no contar con la documentación exigida en materia tributaria y de obras particulares, mientras que el otro fue intervenido tras una denuncia por presunta estafa.
En esta ocasión, el operativo contó con el respaldo de funcionarios de la Secretaría de Defensa del Consumidor y del Usuario (Sedeco), quienes colaboraron en la verificación del cumplimiento de las normativas vigentes.
Los controles continuarán en los próximos días, buscando garantizar la protección de los consumidores y la transparencia en las prácticas comerciales de la ciudad.