La producción y la faena de ganado están siendo muy afectadas por las constantes lluvias que golpean, principalmente, el Bajo Chaco y que mantienen anegados los principales caminos de acceso a las estancias, por lo que los productores aglutinados en la Asociación Rural del Paraguay (ARP) no dudan en calificar de catastrófica la situación, porque las precipitaciones no cesan y las perspectivas indican que aún continuarán en los próximos días.
Entre las zonas más afectadas por las inundaciones se encuentran Bruguez, Chaco Sur y Norte y el Bajo Chaco, según resaltó Ricardo Felippo, presidente de la Regional Chaco Sur, quien comentó que están muy preocupados por la situación de aislamiento a la que llegaron las estancias que se encuentran localizadas a lo largo del río Pilcomayo, y otras que están afincadas en zonas más bajas.
Felippo y otros productores ganaderos estuvieron reunidos ayer con Luis Villasanti, presidente de la ARP, para analizar las medidas a tomar para salvar la preocupante situación que afecta a la producción ganadera. El presidente de la Regional Chaco Sur indicó que pedirán una audiencia al canciller Luis Castiglioni, para que intermedie ante al Gobierno argentino y permita volver a transitar por su territorio para acceder a las estancias paraguayas a través del río Pilcomayo, debido a que los caminos de acceso desde la ruta Transchaco están totalmente anegados e intransitables. “Nosotros siempre tuvimos la anuencia de Argentina para transitar por su territorio y poder llevar víveres a las estancias, pero ahora no sé qué pasó que no nos permiten ingresar por el lago argentino. Y la situación se está volviendo realmente preocupante, porque esas estancias están totalmente aisladas y la gente está sin provisión”, alegó Felippo.
AGUA POR TODOS LADOS. El ganadero explicó que durante otras inundaciones el agua provenía del río Pilcomayo o del campo, con el desborde de los riachuelos después de tanta lluvia caída, pero significó que ahora se da un fenómeno que no se había producido antes y es que el agua proviene de todos los sectores, tanto del cauce hídrico como del campo, lo que vuelve más preocupante la situación. “Tenemos problemas más serios aún, porque las vacas pueden llegar a nadar en las zonas en donde el nivel del agua está más alto, pero los terneros no y tampoco pueden ser amamantados, lo que hará que se debiliten más rápidamente y mueran. Además, a esas zonas solo se puede ingresar con caballos y sacarlos a mano, pero es imposible manejar a 500 o 700 terneros a mano, sin contar que los caballos tampoco pueden estar mucho tiempo en el agua”, explicó.
BAJA FAENA. Por otra parte, Juan Carlos Pettengill, presidente de la Cámara Paraguaya de Carne, indicó que la faena bajó drásticamente en volumen en comparación con marzo, en que los frigoríficos faenaron 35.000 cabezas por semana, frente a menos de 20.000 faenadas a finales de abril y del presente mes.