15 abr. 2025

Inundaciones en el desierto de Marruecos resucitan un lago seco desde hace 50 años

Las lluvias fuertes y excepcionales que azotaron el pasado mes el Sáhara crearon lagunas de agua en medio de las dunas del desierto marroquí de Merzouga y han resucitado un lago seco durante más de cincuenta años en la provincia de Zagora.

Las inundaciones en el desierto de Marruecos resucitan un lago seco desde hace 50 años

Fotografía de lagunas de agua en las dunas del desierto de Merzouga (Marruecos).

Foto: EFE

Las lluvias a principios de septiembre pasado, que causaron inundaciones, riadas y dejaron 18 muertos en el país, fueron “excepcionales” e inusuales por la gran cantidad de lluvias, de entre 50 y 250 milímetros, que cayeron en muy poco tiempo.

Este fenómeno inédito ha causado la aparición de varias lagunas entre las dunas de la localidad turística de Merzouga, convertidas ahora en atractivo para los visitantes, con palmeras en algunos casos semisumergidas en el agua.

13 kilómetros de agua en medio del desierto

A unos 300 kilómetros al suroeste de Merzouga, en Zagora, una región formada en un 46% por dunas, las excepcionales lluvias tormentosas e inundaciones que cayeron entre el 7 y 8 de septiembre resucitaron el lago Iriqui, de gran importancia ecológica para las aves migratorias que hacen la ruta entre Europa y África subsahariana.

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El investigador especialista en el análisis de satélites en la Universidad Ibn Tofail de Kenitra, Adel Mouman, cuenta a EFE por teléfono que descubrió la presencia del lago el 9 de septiembre cuando analizaba con las imágenes del satélite Sentinel el impacto de las inundaciones en la zona.

“La última vez que este lago tuvo agua fue en 1968. Cuando lo vi, contactamos de inmediato con nómadas en la zona que nos confirmaron que hay agua. Entonces nos desplazamos allí el 15 de septiembre, y el 16 la universidad publicó el tema en su página web”, detalla.

Un día después, la NASA publicó una imagen de satélite tomada el día 10 que muestra este lago y otros embalses de agua en la zona, comparando la foto con una de un año antes en la que no se percibe nada de agua.

Las inundaciones en el desierto de Marruecos resucitan un lago seco desde hace 50 años

Lagunas de agua en las dunas del desierto de Merzouga (Marruecos).

Foto: EFE

El investigador marroquí subraya que el lago tiene 13 kilómetros de largo y 11 kilómetros de ancho, una superficie también inédita, según confirmaron a EFE desde la Agencia Nacional de Desarrollo de Zonas de Oasis y del Árbol de Argán (ANDZOA, gubernamental), ya que en el pasado nunca había alcanzado esta superficie.

Reviven crustáceos “dormidos” durante medio siglo

Moumane califica la resurrección del lago como “un fenómeno excepcional”. “Era casi imposible que el lago resucitara, porque el río Draa (el más largo de Marruecos), que llevaba agua al lago en el pasado, ha desviado su ruta a causa de la sequía. Lo que ha pasado ahora es que a Iriqui le ha llegado agua desde el norte gracias a otro río, el Mhasser”, explica.

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Fotografía de un crustáceo el cual ha revivido después de 50 años.

Foto: EFE

“Es todo un ecosistema que resucita el lago”, se congratula Moumane, que precisa que el agua resucitó unos crustáceos llamados triops, cuyos huevos pueden resistir hasta 70 años en ambientes secos, y también permitirá el retorno de muchas aves migratorias, puesto que en el pasado Iriqui fue el lugar donde los flamencos dejaban sus huevos.

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Por su parte, Mustapha Faouzi, director territorial de ANDZOA en Zagora, señala a EFE por teléfono desde Zagora que el lago ahora ha resucitado “el valor ecológico” de la zona, y añade que su desaparición causó una disminución de la tasa de retorno de las aves migratorias a Europa, un fenómeno destacado también por especialistas en ornitología españoles, apunta.

“La rehabilitación del lago Iriqui es uno de nuestros objetivos primordiales por su importancia ecológica y para el turismo científico, es como un paraíso científico”, declara, pues disponía de 130 especies vegetales.

Faouzi indica también que el lago tiene un impacto positivo para la población de la zona, donde viven nómadas y personas semi sedentarizadas, y cuya actividad principal es el pastoreo.

El Iriqui, que se encuentra en una zona de desierto aislada, seguirá siendo objeto de investigaciones por parte de la universidad de Moumane, que volverá al lugar en unos días para comprobar si han regresado especies de aves que llevaban 50 años sin ir.

Fuente: EFE

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