El informe del CEE también realiza una comparación entre Paraguay y otros países de la región, como Chile, Uruguay y Costa Rica, para ilustrar las diferencias en niveles de desarrollo económico y productividad laboral. En comparación con estos países, Paraguay aún enfrenta desafíos significativos en términos de altos niveles de inversión en capital humano, infraestructura moderna, innovación tecnológica y un clima de negocios favorable, lo que impacta directamente en la capacidad de sus trabajadores para generar ingresos más elevados. Para mejorar esta situación, Paraguay debe centrarse en invertir en educación técnica, infraestructura vial y digital moderna, promover la adopción de nuevas tecnologías en el sector industrial y fomentar las inversiones extranjeras.
“El aguinaldo se ha consolidado como un motor económico vital para Paraguay. Su impacto va más allá del bienestar financiero de las familias trabajadoras y se extiende a toda la economía, estimulando el consumo, la producción y el empleo. Para maximizar este impacto, es esencial que el país implemente políticas públicas que fomenten la formalización del empleo y la mejora de la productividad”, se afirma.
El aguinaldo es una herramienta estratégica para el desarrollo económico de Paraguay. Su potencial puede aprovecharse aún más si se fortalecen las políticas de educación, infraestructura y competitividad, según el análisis.