La renegociación del Tratado de Itaipú se encuentra en el foco de la ciudadanía, ya que en 2023 se cumple la fecha de vencimiento, firmado en época de dictadura entre Paraguay y Brasil.
Con miras a tan importante escenario, la investigadora norteamericana Christine Folch emitió su análisis sobre la situación en una entrevista con Monumental 1080 AM y advirtió que, hasta el momento, no se observa un interés en los puntos de la renegociación del tratado por parte de Paraguay.
“Yo me pregunto, dónde está el Ministerio de Energía, no hay y eso sí hay en Brasil y el hecho es que no hay paridad en la negociación… Las industrias brasileras están muy enfocadas en la negociación porque afecta lo que ellos hacen. Los paraguayos operan por biomasa, quizás no hay mucho interés, pero para el pueblo paraguayo que necesita desarrollo de calidad, eso sí necesita una política energética e industrial. Entonces, ¿dónde está eso?”, expresó la profesional.
Lea más: A partir del 2023 “eventualmente” se reduciría tarifa de energía, dice director de Itaipú
La catedrática también advirtió que no se observa democracia y transparencia en mantener al tanto a la gente sobre la situación y cuestionó que no haya políticas públicas de largo plazo considerando el escenario que se viene para el país.
“Esto nos muestra que el enfoque de la negociación no es lo que reclama la gente, lo que pregunta la gente y tampoco vemos que la negociación está siendo gestionada por gente técnica en áreas de energía, electricidad y desarrollo. Y no es que no hay gente (capacitada), sí hay, pero mi análisis es que en la negociación hay una distancia entre lo que es necesario para Paraguay y lo que está cursando el Gobierno”, manifestó.
Folch también resaltó que es necesario que la ciudadanía siga presionando por el tema, de manera a que se apoyen los reclamos. De lo contrario, avizoró que se realizarán manifestaciones considerando la relevancia del tema para la población.
Negociación se debe enfocar en interés de la ciudadanía
La investigadora, quien tiene el título de historiadora en Harvard, con honores, y un PhD en Antropología por la Universidad de Nueva York, sugirió que la negociación en el tratado de la binacional debe enfocarse en el interés de la ciudadanía.
“Para negociar bien, tenemos que empezar no con posición, sino con interés. Una posición es más superficial, por ejemplo, tarifa media o alta, pero un interés es más profundo y dirige las posiciones. Cuando hicimos nuestro análisis, para Brasil la cosa más importante es su seguridad energética y apoyar sus industrias. En Paraguay, el interés ha sido dinero, renta, pero no compara con la electricidad y el desarrollo de calidad”, sostuvo.
La postura de la profesional es que si en la negociación Paraguay no se enfoca en un desarrollo de calidad para la población, lo que sucede en Itaipú se replicará tal cual ha sido durante estos 50 años.
“Hay una clase media que usa el dinero para viajar, en vez de invertirlo acá y en esta pandemia ni hablar de cómo no se administraron estos recursos tan importantes (de la binacional)”, dijo.
La historiadora también recordó que en Paraguay existe un plan energético que fue desarrollado por la ANDE en 2016, pero no se materializó.
Nota relacionada: “Paraguay siempre buscó la renta en Itaipú y debe buscar industrialización”
En ese sentido, instó a ponerlo en práctica e incluso destacó que países de la Unión Europea y el Reino Unido tienen deseos de instalar industrias, pero lo que falta es un socio en Paraguay que garantice la seguridad jurídica.
Finalmente, recomendó que los encargados de la conducción nacional deben entender los intereses de Brasil y Paraguay para llevar adelante la negociación y mencionó que una carta de negociación del país puede ser que se encuentren soluciones que beneficien a industrias brasileñas dentro del territorio paraguayo.
“Pelear no funciona, porque son socios, entonces hay que encontrar opciones en Paraguay que generan beneficios, empleo de calidad para la gente, y así Paraguay podría ofrecer opciones en la mesa que no serían rechazadas por Brasil”, concluyó.
Con la renegociación, Paraguay podría disponer del 50% de la energía que le corresponde y también obtener mayores beneficios, como la posibilidad de vender la energía no utilizada a otros países.