Este estudio fue publicado por la revista científica británica Energy and Environmental Science, y estuvo dirigido por el profesor Iftach Yacoby, director del laboratorio de energías renovables de la facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Tel Aviv, en colaboración con el profesor Kevin Redding, de la universidad de Arizona (EEUU).
El estudio demuestra que las plantas tienen capacidad de producción eléctrica particularmente eficaz, basada en el proceso de la fotosíntesis.
Según Yacoby, todas las plantas verdes, hojas, hierba o algas contienen verdaderos “paneles solares”, y pueden transformar un rayo de luz en una corriente de electrones. El desafío es extraer esta corriente de las plantas, según el profesor.
“Para hacer funcionar un aparato eléctrico, simplemente conéctelo a una toma de corriente. En el caso de una planta, (aún) no sabemos dónde enchufarlo. Hemos buscado un nanoenchufe trabajando con microalgas”, a las cuales hemos inyectado una enzima que produce hidrógeno con la ayuda de un biorreactor, explica.
Las microalgas desarrollaron células que contenían la nueva enzima y los investigadores concluyeron en que producían electricidad.
El profesor Yacoby afirmó estar convencido de que será “una nueva era para la agricultura que, después de haber alimentado a los humanos durante milenios, podrá utilizarse para producir energía”.
“Pensábamos que había un potencial, pero no sabíamos si funcionaría y lo hizo”, tras casi seis años de trabajo, señaló el científico.
“Consideramos que hay muchas cosas que se podrán hacer gracias a los resultados de nuestra investigación”, añadió, puesto que, a largo plazo, “reducirá la contaminación en los sectores del transporte y la industria pesada”, por ejemplo.
Pero, en su opinión, tomará aún entre 10 y 20 años lograr esto.