Los tres trabajaban en la estancia San Jorge, ubicada en la colonia Sapucái, distrito de Yby Yaú, Departamento de Concepción.
El pasado 5 de marzo, Valenzuela y Aveiro, que se desempeñan como alambradores en el establecimiento, salieron de cacería portando un arma de fuego (presumiblemente escopeta), y desde entonces, no se volvió a saber de ellos.
Al día siguiente, preocupado por la situación de los dos, Carlos Potonio salió en busca de ellos y tampoco volvió al lugar de trabajo.
Como los tres no regresaban, el capataz de la estancia, Roberto Cardozo Giménez comunicó al administrador Marcos Eduardo Yáñez.
Este dio aviso a la Policía recién el pasado 11 de marzo, según consta en el acta. Afirmó que no lo hizo antes porque estaba esperando alguna comunicación de los desaparecidos, cuyos familiares están en zozobra, ya que se trata de una zona de influencia de bandas armadas.