No obstante, la policía no descarta que se trate de la acción de una persona con enfermedad mental, precisaron hoy los medios.
“En estos momentos de la investigación partimos de un atentado islamista. No se puede descartar un trasfondo religioso. Eso nos lo tendrá que revelar ahora la investigación. Tenemos que partir de la base de que los accidentes fueron provocados intencionadamente”, declaró el responsable del Interior de la ciudad-estado de Berlín, Andreas Geisel.
Agregó que el hecho de que el sospechoso posiblemente tenga problemas síquicos “no facilita la cosa” y agregó que “cuando los problemas personales se mezclan con ideas de carga religiosa, esto puede llevar a acciones incontrolables”.
“Los hechos ocurridos ayer muestran de forma muy dolorosa cuán vulnerable es nuestra sociedad libre”, señaló, al tiempo que subrayó la necesidad de ser conscientes de que Berlín “sigue estando en el foco del terrorismo islamista”, por lo que el esfuerzo conjunto debe concentrarse en evitar atentados extremistas.
En declaraciones a la radiotelevisión regional rbb, un portavoz de la Fiscalía de Berlín confirmó que las sospechas apuntan a un atentado islamista y que lo ocurrido no puede explicarse como una serie de acontecimientos fortuitos.
Precisó que las declaraciones realizadas por el sospechoso tras su detención apuntan a un trasfondo islamista al que se suman indicios de fragilidad síquica.
De momento, no hay indicios sobre una posible vinculación con un grupo terrorista, agregó la Fiscalía.
El sospechoso, de 30 años, empotró el martes hacia las 18.30 local (16.30 GMT) su vehículo contra varios coches y motos, y provocó tres accidentes en la autopista A100 a la altura de los barrios de Wilmersdorf, Schöneberg y Tempelhof.
En una de las salidas de la autopista, a la altura de Tempelhof, paró su vehículo y salió del mismo al grito de “Alá es grande”, al tiempo que aseguró que portaba en el coche un objeto peligroso, señala el diario Bild.
La policía pudo detener al hombre -que hoy debía comparecer ante un juez por el delito de intento de asesinato-, y artificieros de la Oficina Regional de Investigación Criminal (LKA) registraron el vehículo en busca de material peligroso, sin que hallaran nada.
El 19 de diciembre de 2016, doce personas murieron y varias decenas resultaron heridas en un atentado terrorista contra un mercadillo navideño perpetrado por el tunecino Anis Amri con un camión robado.