La fiscala de la Unidad de Delitos Económicos Luz Guerrero allanó ayer la sede de la Caja, sobre la calle Benjamín Constant, en Asunción, buscando documentos.
El caso surgió a raíz de la denuncia del presidente de la entidad Venancio Díaz Escobar, ya que se habrían retirado dinero en concepto de devolución de aportes, usando nombres de determinados afiliados, sin que en realidad estos autoricen.
La denuncia también tiene una auditoría interna que se realizó en la entidad luego del incendio sufrido en mayo pasado, donde se detectaron los faltantes de aportes. La conclusión saltó un millonario daño patrimonial.
“Se usaron los nombres de afiliados y expedientes ya finiquitados para generar otros nuevos expedientes y hacer nuevas devoluciones de aportes. Aproximadamente, G. 10.000 millones (es el perjuicio) por el momento”, explicó ayer la fiscala a los medios, sin descartar que pueda cambiar el monto.
MODUS OPERANDI. El Ministerio Público investiga lesión de confianza y producción de documentos de contenido falso, es decir, en este caso por la falsificación de firmas que se habrían hecho.
La fiscala presume que hasta se cuadruplicaron las devoluciones de aportes.
“Hay una orden de pago que es la que tiene que firmar el afiliado cuando se le entrega el cheque y el cheque sale a nombre del afiliado. Como el afiliado no cobró, quiere decir que otro firmó en nombre de él y se presentó en el banco para ir a retirar”, explicó Guerrero.
Hasta el momento, la carátula del caso sigue siendo contra persona innominada, pero prosigue la investigación para saber quién o quiénes estuvieron detrás.
Son hasta ahora 277 nombres que se habrían usado, pero siguen tomando declaraciones de los afiliados para saber si el número crece.
Desde la Secretaría General como desde Asesoría Jurídica de la Caja de Jubilados ayer se retiraron documentos, libros de entradas y salidas, y también la Fiscalía realizó un backup del sistema informático.
PROTESTA. Desde hace varios meses, los jubilados y pensionistas hacen una permanente manifestación, frente a la sede de la Caja. Inclusive, varios llegaron a encadenarse, exigiendo la intervención, ante la desaparición de sus aportes que fueron haciendo por muchos años.