El viceministro de Política Criminal, Víctor Benítez, manifestó que apenas tomaron conocimiento sobre las supuestas agresiones a personas privadas de libertad en la cárcel de Cambyretá, inmediatamente se aplicó el protocolo de seguridad.
Por un lado, se informó que se trataría de una gresca entre los dos reclusos y por otro, surgió la versión de supuestas torturas entre los internos, en especial del capataz de uno de los pabellones.
En ese sentido, la Dirección General de Derechos Humanos, la Unidad de Información e Inteligencia Penitenciaria, la Dirección de Asuntos Internos y Anticorrupción, y la Inspectoría General activaron el protocolo de seguridad de manera a identificar a los responsables de las agresiones y remitir los antecedentes al Ministerio Público.
Reos presentan heridas graves
Las víctimas son dos internos que fueron trasladados al Hospital Regional de Encarnación. Uno de ellos presenta lesiones en el cuerpo y el otro un corte en el dedo.
“No vamos a permitir que ninguna persona sea menoscabada o maltrata dentro de sus derechos”, expresó el viceministro de Política Criminal.
Este señaló que la situación del Cereso no es diferente a otras penitenciarías, que tienen como factor común el alto nivel de hacinamiento que se registra en la población penitenciaria. El mismo inconveniente se registra con la cantidad de agentes penitenciarios requeridos para una custodia eficiente.
Al respecto, la Comisaría 115° del Barrio Arroyo Pora- Cambyretá, informo sobre la gresca- sin embargo existen versiones de una supuesta tortura, lo cual derivó en la amputación del dedo de uno de los internos.
Las víctimas fueron identificados como Héctor Daniel Ferrando Fernández, de 31 años, recluido por hurto agravado, y Samuel Franco González, recluido por hurto.
Ambos reos regresaron a la penitenciaria tras recibir la atención médica.