En medio de la conmoción que está generando el caso del avión venezolano-iraní retenido en estos momentos en la Argentina, se ha generado una primera reacción del Gobierno paraguayo. Se dieron rotaciones administrativas dentro del aeropuerto Guaraní, en el Este del país, días después de la polémica que genera en toda la región el aterrizaje de un avión carguero venezolano Boeing 747 con tripulación iraní y venezolana. Aunque según manifestó el encargado de despacho de la Dinac, Raúl Rodas, estas rotaciones son movimientos realizados cuando se los considera necesarios. Fueron separados del cargo el administrador de la terminal aeroportuaria, Luis Afara, y el gerente comercial, Franklin Edwards.
El Boeing con matrícula YV3531 había llegado el 13 de mayo pasado para buscar un cargamento de cigarrillos de la tabacalera de Horacio Cartes, por valor de 775.000 dólares, y llevarlos a Aruba. Según informó la agencia EFE, Tabesa descartó cualquier nexo con un avión venezolano-iraní retenido en Argentina.
El presidente de la Tabacalera del Este, José Ortiz, negó vínculos con la aeronave y aseguró desconocer lo ocurrido en Argentina con el avión o si tiene “algún tipo de dificultad” con la documentación o con los pasajeros.
De acuerdo con la información oficial y confirmada disponible, la aeronave de la empresa Emtrasur, proveniente del Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar, Venezuela, con matrícula YV3531, llegó para buscar un cargamento de cigarrillo. Lo que despertó la alarma es que llegaron 18 tripulantes de nacionalidad venezolana e iraní, cuando usualmente este tipo de aeronaves transportan hasta siete tripulantes. Al indagar más, la autoridades vieron que siete de los integrantes del vuelo eran de origen iraní y 11 eran venezolanos, los mismos estuvieron albergados en el hotel Dazzler de Ciudad del Este, y que además los iraníes ingresaron sin necesidad de una visa debido a su carácter de tripulantes del vuelo. La empresa aérea presentó un manifiesto de vuelo con la lista de tripulantes para lograr el ingreso inusual de los ciudadanos iraníes.
Según el ministro del Interior, Federico González, Paraguay emitió una alerta a las autoridades argentinas y de la región sobre el avión venezolano con tripulación iraní, y recién posterior a su salida se recibió la información de que la empresa y la aeronave está sancionada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y que siete de los tripulantes son miembros de las fuerzas Al-Quds, la fuerza revolucionaria iraní, y que Estados Unidos integra a la lista de terroristas. En ese momento alertaron a los otros servicios de inteligencia de la región y por eso fue que Argentina tomó medidas.
En medio del tembladeral de sospechas y repartición de responsabilidades, surgió otro preocupante dato sobre el piloto del avión que estuvo tres días en Ciudad del Este. Se trata del iraní Gholamreza Ghasemi, ex miembro de la Guardia Revolucionaria de Irán, quien fue durante años gerente y hombre principal de dos aerolíneas vinculadas al régimen Iraní. Llamó la atención que un hombre de esa importancia viaje por meses alrededor del mundo. Esa es una de las anomalías que hallaron los investigadores.
La Dirección de Aeronáutica Civil realizó rotaciones administrativas, y agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) que asistieron el 13 de mayo al aterrizaje del avión serán indagados.
Paraguay debe hacer el máximo esfuerzo por ver que este tema quede aclarado, pues no pasa por el mejor momento en cuanto a su imagen en el exterior, por las implicancias en cuanto a narcotráfico y lavado de dinero. Se debe investigar a fondo el caso del avión y sus vínculos locales.