El Instituto de Previsión Social (IPS) convulsiona entre la corrupción en ejecución de obras, compra de medicamentos, bienes y servicios y el deficiente sistema de atención en agendamientos. La auditoría financiera y de cumplimiento practicados al IPS patenta prácticas irregulares en el ejercicio fiscal 2022, en el que las faltas entre ejecución de obras y la desaparición de equipos e insumos que se estiman en miles de millones. Mientras, a la par, en los hospitales y pasillos la salud se resiente.
La administración del saliente, Vicente Bataglia, cuenta con más de G. 1 billón de gastos sin documentos respaldatorios, según la Contraloría General de la República. Destaca una llamativa deficiencia en control de obras civiles realizadas, con faltas graves de documentación y consignaciones erróneas de activos y pasivos en una subvaluación de deudas y sobrevaluación de bienes, problemas que se arrastran igualmente de años de directivos sumidos en la corrupción.
En cuanto a los recursos humanos, se percibe una considerable brecha entre cantidad de asegurados y profesionales de atención, donde se encuentran a un pediatría por cada 500 niños y un geriatra para más de 10.000 adultos mayores.
En esa línea, hoy para unos 1.521.838 asegurados de los cuales 888.736 son aportantes y 633.102 beneficiarios se encuentran unos 8.976 médicos, de los cuales 3.080 responden a especialidades. Los médicos representan el 34% de los funcionarios del IPS que tiene entre permanentes y contratados unos 26.173 funcionarios dependientes, en los que 64 de ellos corresponden a cargos de confianza, sin incluir a los miembros del consejo directivo que superan los G. 30.000.000 en salario.
Entre las denuncias repetitivas se encuentra la deficiencia en agendamientos, las especialidades son un lujo para asegurados, con esperas de más de tres meses. Así como también la provisión de medicamientos que representa para los aportantes un promedio de G. 200.000 a G. 500.000 de pagos extra por insumos que no se encuentran en los centros médicos.
En atención en el 2022, fueron unos 146 asegurados los que promovieron amparos para recibir cobertura de atención del IPS.
En obras. En Fiscalización Especial Inmediata a la Construcción, Provisión de Equipos y terminación del Hospital Ingavi del IPS ejecutadas por el Instituto de Previsión Social, Contraloría señaló faltas considerables entre obras registradas como ejecutadas y las realmente existentes. En ese sentido, en el Hospital Ingavi entre las mejoras consignadas en papeles y las realizadas se encuentra una diferencia de más de G. 3.300 millones.
En las obras de la LPN N° Construcción y Provisión de Equipos para el Hospital Ingavi del IPS, se detectó diferencias entre las cantidades certificadas y las realmente ejecutadas, además de incumplimientos de las especificaciones técnicas y normas. La diferencia económica alcanza G. 1.923.362.810. Y, con relación a mejoras en el mismo centro asistencial se apunta a que se realizó la licitación terminación del Hospital Ingavi, en la que se detectó diferencias entre las cantidades certificadas y realizadas de G. 1.432.421.473.
Además, existe una consignación errónea de 25 obras civiles terminadas y entregadas como obras en proceso de construcción por G.1.122.881.351.987
Entre las irregularidades se enumera que desde el 2013 al 2022 existen obras civiles por G. 62.033.785.562 que no cuentan con documentos de terminación o proceso, es decir, erogaciones sin justificación, periodo en el que el actual director Jorge Brítez era parte del consejo. En obras también existen carga de registros duplicados por G. 14.380.316.431.
desaparecidos y sin uso. Se detectaron 9.355 bienes que figuraban en el inventario de Bienes de Uso como faltantes por G. 42.915.782.530. También bienes del Centro Residencial Especializado de Atención y Apoyo a Adultos Mayores Vida Plena (CREAM) por valor neto contable de G. 24.142.701.526, que no son utilizados. En combustible, no se constataron documentos de rendición de cuentas de consumo por total G. 705.888.769. Se anotan transacciones irregulares por G. 1.059.412.815. Según Contraloría, un solo funcionario habría realizado la recarga en todo el país.
Licitaciones. En el 2022 se dieron 576 contrataciones por valor de G. 3.599.358 millones; la mayoría por excepción. Entre las más llamativas se encuentran las convocatorias canceladas por provisión de sábanas, lavado y planchado, guardias privadas con cantidades por sobre los miles de millones, sábanas por G. 17.545.733.588, seguridad por G. 33.454.493.653; lavado por G. 67.000 millones.
IPS habría llamado a cubrir rubro sin justificar cantidad real de contratados y sin contar con disponibilidad presupuestaria, que daría un déficit de más de G. 20.000 millones.
Sin fármacos, mala atención y larga espera para consultar con especialista
Asegurados lloran sus penurias cada vez que asisten o buscan atención médica en las dependencias del IPS.
Entre los principales reclamos se encuentran el sistema de agendamiento, con esperas excesivas en el call center que superan las cuatro horas. Además, la falta de especialidades para la selección de citas médicas por el sistema a través de la web, que finalmente hace que los aportantes deban de nuevo recurrir a las llamadas.
En los hospitales y clínicas periféricas hay faltantes de insumos y medicamentos, que significan importantes gastos extras para los beneficiarios.
A las deficiencias se le suma el maltrato a los asegurados por parte de los funcionarios y personal de blanco.
Según reporte de gestión de IPS, solo en el 2022, se realizaron unos 133 sumarios. La mayoría por falta a horarios en tanto no se registraron sanciones considerables por abusos a los pacientes.
Otra constante es el pago atrasado en concepto de reposos médicos que llevan a los trabajadores a penosas situaciones teniendo que recurrir a un sistema donde tampoco encuentran respuesta.
Triste realidad. Quimioterapias suspendidas por la falta de fármacos oncológicos. Equipos especializados fuera de servicio por falta de mantenimiento o desidia. La situación de los equipos lleva a la tercerización, donde los turnos se consiguen en tres a cuatro meses.
A todo esto se encuentran incontables denuncias por presunta negligencia médica, albergues al tope en la Central y familiares que se ven obligados a acampar en los pasillos como refugio.
LAS CIFRAS
1.521.838 son los asegurados de IPS; entre ellos se encuentran 888.736 que son aportantes y 633.102 beneficiarios.
8.976 son los médicos contratados y permanentes dependientes del IPS, 3.080 son especialistas.
26.173 funcionarios integran la nómina del Instituto de Previsión Social.