El paciente con cáncer finalmente accedió a un ascensor, pero como no respondía a los comandos fue hasta el octavo piso y después volvió a bajar al primero. Antes de descender se atascó la puerta, por lo que tuvieron que esperar unos minutos hasta que responda el ascensor. “Tuve miedo”, relató.
De los 18 ascensores que dispone el Hospital Central, cinco están fuera de servicio hace un mes, confirmó a ÚH Verónica Blanco, jefa del Departamento de Mantenimiento del IPS. Dos están fuera de servicio que están ubicadas a la entrada del Hospital Central y cerca de las escaleras. Los otros, que están descompuestos, pertenecen a la Unidad de Emergencias de Adultos, en otro pabellón.
PANORAMA. Debido a que el ascensor, ubicado en la entrada, está fuera de servicio, los pacientes deben formar filas por muchos minutos para poder subir hasta los consultorios correspondientes. En algunos casos, debido a su enfermedad, la escalera no es una opción.
A la situación de los ascensores fuera de servicios, se suman las quejas del mal estado edilicio del Hospital Central, de las sillas en mal estado, de la falta de limpieza de los baños e incluso de la falta de papel higiénicos, según denunció Ceferiana Martínez, asegurada y paciente con cáncer.
A estas deficiencias, se suman las quejas de maltratos que reciben en ventanilla por parte de los funcionarios, denunció Felicia Venialgo, paciente con cáncer.
Los asegurados no solo sufren por la escasez de insumos, de medicamentos sino que también el impacto de las malas condiciones del Hospital Central, donde acuden para las consultas y tratamiento médico.
El aspecto de los pasillos del hospital Central es lúgubre, con pinturas derruidas, sin suficientes asientos ni iluminación que le dan un aspecto insalubre.