29 nov. 2024

(IPS) Necesitamos una organización seria

“Nos están dejando morir”, es el reclamo de pacientes oncológicos al IPS. Una noticia muy dolorosa, y que no cesa.

No hay turnos disponibles, no hay medicamentos, largas esperas…

“Hace un mes que nuestra empleada Sarita pidió turno, y le dieron una fecha bastante posterior. Cuando llegó el día, le dijeron que no la podían atender porque la doctora tenía el hijo enfermo. Le dieron otro turno para noviembre ¡Menos mal que no se trataba de algo urgente!

Al escuchar estas historias y tantas otras, me quedé pensando… ¿Qué hacen con toda la plata que reciben de las empresas? ¿Dónde están los médicos contratados para cuidar? Es muy difícil conseguir atención de calidad. Faltan turnos, no hay medicamentos. Están llenos de excusas.

Y para que no todo sean palos, en nuestra industria, la gente que se jubila, recibe el dinero en tiempo récord (30 días).

Evidentemente hay grandes deficiencias. IPS recibe mucho dinero todos los meses, de las empresas y los empleados (15.5% la empresa y 9,5% el trabajador). En total se lleva el 25% de todos los sueldos del país. ¿Qué les parece? Con todo ese dinero deberían ofrecer una atención de lujo, con medicamentos adecuados, asistencia amable y profesional como nos merecemos.

Los empresarios debemos pronunciarnos. No podemos aceptar tantos errores. Una institución tan necesaria y cara, que recibe todos los meses un gran capital con aportes de trabajadores y empresarios, para servirlos. Debemos manifestarnos, no aceptamos autoridades ineptas que no toman en serio su trabajo.

Esperamos de este nuevo Gobierno medidas que mitiguen el dolor de nuestros trabajadores y de los empresarios a través de las asociaciones y gremios, deberían exigir y pronunciarse para que se realice todo como corresponde para bien de nuestra gente.

Necesitamos nuevos dirigentes, transparentes, responsables y lúcidos para que IPS funcione como se debe.

Y... si alguno tiene una lista de personal en “negro”, práctica que permanece, sin IPS, se ponga las manos al corazón y que tome conciencia del daño que ocasiona a su gente que le ayuda a progresar en su negocio. Queremos que todos se sientan seguros, que duerman tranquilos porque tienen un trabajo digno que los sostiene. Les aseguro que estas acciones positivas le darán alegría, confianza, dando aportes e ideas para que la empresa se reinvente y crezca de la mano de sus colaboradores.

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El Congreso paraguayo parece vivir en una realidad paralela a la que vive la población del país. La mayoría oficialista toma decisiones como si Paraguay tuviera un Presupuesto superavitario y el país careciera de problemas sociales que resolver. Igual que aquel pseudosindicalista Sotero Ledesma, que en la dictadura decía que el Paraguay de Stroessner era “un país divino”, nuestros parlamentarios reparten privilegios, dietas, aumentos, cupos de combustible y vuelos de avión en primera clase, mientras el pueblo clama por salud, alimentos y seguridad.