Los padecimientos, el maltrato y la humillación que soportan los asegurados del Instituto de Previsión Social son ya al parecer una situación normalizada o, al menos, es lo que se puede concluir por las justificaciones que ofrecen los funcionarios y las autoridades de esta institución.
Nada, al parecer, les conmueve ni apremia. Ni siquiera las historias de asegurados y jubilados del IPS a quienes la incompetencia e indiferencia dejan desamparados.
ÚH rescató recientemente el testimonio de un jubilado, Roberto Alarcón, quien desde hace cinco meses está esperando un turno para operarse con urgencia.
El hombre comentó que hizo todos sus análisis en el hospital de la previsional, pues debía someterse a una cirugía de retina del ojo izquierdo, pero el procedimiento fue cancelado por la falta de insumos. Ante esta dificultad, acudió a la Fundación Visión, donde el diagnóstico fue categórico: Su cuadro es crónico y debe someterse a la cirugía cuanto antes, de lo contrario perdería la vista. A Roberto Alarcón, quien aportó al IPS durante tres décadas, le dicen que espere hasta el 2024.
Frente a los numerosos reclamos, el presidente del IPS, Jorge Brítez, explicó que están trabajando con el Ministerio de Salud y prestando medicamentos para paliar el actual déficit hasta que las licitaciones estén en curso. Sin embargo, estima que en tres meses podrían estar en condiciones para responder con las necesidades de medicamentos e insumos que están faltando.
Ninguna autoridad responde; no obstante, concretamente sobre las irremediables secuelas en la salud de los asegurados ni en la manera en que se podrían compensar, de cierta manera, la angustia y las humillaciones por las que deben atravesar.
El largo historial de deficiencias del Instituto de Previsión Social incluyen un deficiente sistema de atención en agendamientos y falta de medicamentos, pero, al mismo tiempo, enfrenta graves denuncias de presunta corrupción en la ejecución de obras, compra de medicamentos, bienes y servicios, tal como lo detalla la auditoría financiera y de cumplimiento practicados a la entidad que halló prácticas irregulares en el ejercicio fiscal 2022. Diferencias entre la ejecución de obras y la desaparición de equipos e insumos que se estiman en miles de millones.
La administración del anterior titular, Bataglia, tiene más de 1 billón de guaraníes en gastos sin documentos respaldatorios, según la Contraloría General de la República.
Y, como si la corruptela, la mala gestión y las humillaciones y el maltrato a los aportantes no fueran suficientes, recientemente un asegurado denunció un pedido de coima para acelerar una intervención quirúrgica. La solicitud de coima llegaba a través de WhatsApp e incluso emitía un recibo por el monto solicitado, según las pruebas acercadas a la Gerencia de Salud. La persona afectada requiere una cirugía en la nariz para poder respirar y hablar mejor y ante el llamativo pedido se comunicó al call center para preguntar si debía pagar por el servicio. Ahí le respondieron que no era necesario, pero después de hacer la denuncia ya no le solicitaron el monto y le agendaron recién para finales de noviembre.
Los asegurados y sus familias, así como los jubilados tienen derecho a recibir un mejor servicio, sin embargo, el IPS es presa de la angurria de los politiqueros y el manejo clientelista y prebendario que mal utiliza los recursos a favor de los amigos del partido y los familiares.
Mientras se van acumulando reclamos y denuncias urge que las autoridades encuentren la solución más rápida y eficaz. ¿Hasta cuándo, doctor Brítez?