A las bajas temperaturas estuvieron expuestos muchas personas en la noche y madrugada del pasado fin de semana. La carpa, que funge de albergue, cobija a las personas que intentan resguardarse de las bajas temperaturas, sentadas en sillas, reposeras o bancos improvisados. Usan frazadas o cobijas para entrar en calor, mientras esperan informes de sus familiares en las frías madrugadas.
El frío persistirá esta semana y nuevamente las personas seguirán haciendo vigilia en precarias condiciones. El albergue en el edificio está al tope, por lo que se usan carpas, o en otros casos algunos instalan sus cámpings en el patio del Hospital Central.
Los pacientes no pueden volver a sus casas para resguardarse del frío, porque deben estar en vigilia, en caso de que el paciente requiera medicamentos y otros insumos, comentaron los familiares.
A esta situación precaria, se suma la compra constante de medicamentos, pañales y hasta tiras de pruebas para medir la glucosa en la sangre.
Cuando ya no hay espacio en las carpas, las personas se aglomeran en la entrada de la Unidad de Emergencias Médicas y tratan de entrar en calor con mate y tapados, con frazadas y ponchos. El frío persistirá y la vigilia también.