No importa el pelaje del Gobierno, cada cierto tiempo saca a pasear al cuculelé: "¡Cháke! El IPS va a colapsar si no se aumentan los años de aportes para la jubilación”.
Capaz que sos de los que nunca en su vida –gracias a Dios– usaron los servicios de salud de la previsional y tu esperanza está puesta en cumplir 60, cobrar tu platita, plantar tu huertita de tomates y tirarte al sol como un lagarto. Mejor no esperes: empezá nomás ya a disfrutar de la vida porque a juzgar por la siempre vigente propuesta del honorable Consejo de Administración del IPS, va a tener que trabajar hasta los setenta mil años con tu dentadura postiza y tus fantasmas del alzhéimer a cuestas para poder gozar de los beneficios de ser un jubilado digno o un digno jubilado. Mientras tanto, ellos –los del Consejo y los de más abajo– seguirán robando de frente, de costado y de perfil, y después te dirán de crisis de aportes; colapso financiero; problemas entrópicos y asuntos distróficos, palabras más o menos complicadas para despistar y seguir mamando de la generosa entidad previsional.Si tenés ganas y tiempo, googleá “Robos al IPS” y vas a ver todas las modalidades imaginables e inimaginables de robo, hurto, defraudación, malversación y demás hechos punibles tipificados y no tipificados en el Código Penal paraguayo.
Este año, sin ir más lejos, cayó una banda que traficaba con medicamentos de uso exclusivo del IPS, modalidad criminal más vieja que el Sol, que cambia de empresarios, pero no cambia de modus operandi. O sea le cantan a Mercedes Sosa: cambia lo superficial, pero no cambia lo profundo. Y este año también resultó que descubrieron que hay 102 planilleros nomás que cuestan 6.200 millones de guaraníes al año.
La creatividad delictiva es infinita. En el 2010 se atrapó a cuatro tipos que gastaron 2.600 millones de guaraníes en cheques falsificados del IPS. En el 2011, se robaron dos equipos oftalmológicos de la clínica Nanawa y en el 2015 desviaron 500 millones de combustibles. Hasta asaltacajeros tuvieron, cuando en el 2015 atacaron a los funcionarios que llevaban 300 millones para los jubilados de Benjamín Aceval. Pero estas son pichinchas. Los daños patrimoniales son en serio cuando de construcciones se trata. Ahí tenés que la Contraloría encontró perjuicio patrimonial de 1.067 millones en la remodelación del Hospital Regional de Coronel Oviedo y 1.067 millones en la remodelación del Hospital Regional de Concepción. ¡Qué casualidad! Dos cifras tan idénticas. Ni un guaraní de más.
Y seguí nomás googleando, a ver si te dan ganas de aportar cinco años más o de mandarles a donde se merecen, pero bien mandados.