El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenéi, advirtió que “el régimen perverso sionista será castigado” y el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, aseguró que ese “crimen cobarde no quedará sin respuesta”.
“Día tras día somos testigos del fortalecimiento del frente de resistencia y del disgusto y el odio de las naciones libres contra la naturaleza ilegítima” de Israel, afirmó Raisi.
El mandatario iraní condenó el “acto inhumano, agresivo y despreciable de invasión y violación flagrante de las normas internacionales”.
Según él, Israel “incluyó los asesinatos indiscriminados en el orden del día” tras haber sufrido “reiteradas derrotas y fracasos contra la fe y la voluntad del Frente de Resistencia” pero “debe saber que nunca logrará sus siniestros objetivos con medios tan inhumanos”.
13 MUERTOS. El bombardeo imputado a Israel, contra la sección consular de la embajada iraní en Damasco, dejó trece muertos, siete de los cuales eran Guardianes de la Revolución iraníes. El edificio albergaba el consulado y la residencia del embajador iraní en Siria.
Los ataques incluyeron “seis misiles disparados por cazas F-35” según Teherán y fueron los primeros dirigidos contra un edificio diplomático iraní en Siria, un país en guerra civil desde 2011 y donde Irán y sus aliados apoyan al gobierno del presidente Bashar al Asad.
Irán envió también “un mensaje importante a Estados Unidos” en el que destacó que Washington “debe ser considerado responsable” del ataque, debido a su apoyo a Israel.
Sin embargo, la Casa Blanca aseguró que Estados Unidos no está involucrado.
A su vez, Irak destacó que el ataque en Siria podría traer “más caos e inestabilidad” a Oriente Medio, ante el temor de que la guerra entre Israel y el movimiento palestino Hamás en la Franja de Gaza se convierta en una conflagración regional, un temor que también albergan expertos en Medio Oriente. AFP