Hoy, la crisis global ha roto sin miramientos la que hasta ahora había sido una tradición personal que cada año cumplía religiosamente la soberana, al pasar cada 6 de febrero en Sandringham House, en el condado inglés de Norfolk. Fue en esos dominios donde su padre, el rey Jorge VI, falleció a los 56 años mientras dormía este mismo día en 1952, cuando su primogénita tenía apenas 25 años. La muerte del rey encontró a la princesa Isabel en Kenia, en un tour de la Commonwealth, del que regresó ya convertida en monarca.
BAJO PERFIL. Este año, Isabel II se encuentra aislada junto con su esposo, el duque de Edimburgo, de 99 años, entre las paredes de Windsor, donde la pareja recibe los cuidados de un reducido equipo de personal, bautizado como “la burbuja de su majestad”.
La última vez que esta se ausentó de Sandringham durante el aniversario de su ascensión fue en 1990 por encontrarse de visita oficial en Nueva Zelanda. Pero también otras visitas de larga duración en la década de los 50 y de los 60 la han mantenido apartada de su país en el mes de febrero.
A los dos años de llegar al trono, no pudo conmemorar la fecha por hallarse en Australia en otra gira de seis meses, que duró desde noviembre de 1953 hasta mayo de 1954. En 1977 -año del Jubileo de Plata- la monarca y la familia real se reunieron en la capilla real situada en Windsor Great Park para atender un servicio por el 25 aniversario de su ascensión al Trono.
Tranquilidad. Según revela a los medios locales el experto en realeza Joe Little, editor de la revista Majesty, a la soberana “le gusta pasar ese día de manera tranquila, rememorando el fallecimiento de su padre, así que, sin duda, no es un día para celebrar”.
Según Little, el hecho de que hayan pasado 69 años de la muerte del rey Jorge VI ha “disipado un poco” el dolor que conlleva la fecha “pero claramente se trata de un día muy importante para ella y siempre será así”.
A lo largo de los años, los británicos han tenido a su reina como figura de referencia y de continuidad en momentos de adversidad, pero incluso la propia Isabel II admitía recientemente que la pandemia supone un “desafío diferente” a otros del pasado.
EFE
Conmemoración. Con una jornada más de trabajo, sin actividades especiales y de bajo perfil la soberana recordará la especial fecha.