Iván Haas habló con Monumental 1080 AM este viernes acerca de los ajustes del impuesto selectivo al consumo que financiará la ley que subsidia los combustibles de Petropar, que fue ya fue promulgada por el Poder Ejecutivo.
Señaló a la radio que una parte del dinero aún no se va a usar para subsidiar, sino que para comprar los hidrocarburos, de manera que la petrolera estatal no corra el riesgo de quedarse sin stock.
El ISC ya bajó un 60% a inicios de febrero en la base impositiva al diésel tipo III y, en ese entonces, también se ajustó la de la nafta para contener los precios en el país ante la escalada internacional.
Lea más: Mario Abdo promulga ley que subsidia combustibles de Petropar
Iván Haas fue consultado sobre cuánto recauda el selectivo al año y respondió USD 350 millones en promedio. “Eso es lo que recaudaba antes de que se redujera el impuesto. Ahora va a ser un poco menos”, enfatizó.
El analista económico Amílcar Ferreira dijo a través de su cuenta de Twitter no estar de acuerdo con esta normativa, ya que representará la ruina financiera de Petropar, que provee combustible al 13% del mercado.
Según el especialista, unos días generará la sensación falsa de un combustible barato, mientras se acumula una alta pérdida. Apuntó que generará una deuda que terminaremos pagando todos los contribuyentes.
Le puede interesar: Camioneros levantarán paro cuando el Ejecutivo promulgue ley de subsidio para Petropar
La ley por la cual se implementan medidas transitorias de contingencia para la comercialización del gasoil común y nafta 93 por Petropar y se establecen medidas de racionalización del gasto público y otras orientadas a la eficiencia de los procesos de compra pública para la provisión de combustibles derivados del petróleo permitirá que los precios sigan diferenciados por un máximo de 90 días.
Además, contempla eliminar todos los cupos de combustible que tienen las autoridades públicas, con lo que esos recursos serán redireccionados al subsidio.
Asimismo, incluye que la petrolera estatal pueda empezar a comprar carburantes directamente de países productores, exceptuando a los gobiernos extranjeros de presentar declaraciones juradas de bienes y rentas, para abaratar los costos de importación, a fin de que el precio de venta sea menor en el país.