AFP
JERUSALÉN
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el martes el ataque de misiles de Irán contra Israel de “grave error” y aseguró que Teherán “pagará” el precio de la agresión.
“Irán cometió un grave error esta noche y pagará por ello”, afirmó Netanyahu horas después del ataque. “Quien nos ataca, le atacamos”, añadió, a modo de advertencia.
En un comunicado, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, prometió también castigar a Irán por el ataque.
“Irán no ha aprendido una lección sencilla: quienes atacan al Estado de Israel, pagan un alto precio”, declaró.
El ministro se encontraba en el centro de mando y control supervisando la interceptación de los misiles iraníes durante el ataque.
Irán disparó el martes alrededor de 180 misiles contra Israel en represalia, según Teherán, por la muerte de los jefes del Hezbolá libanés y del Hamás palestino en ataques israelíes en el espacio de seis meses.
HABRÁ CONSECUENCIAS. Estados Unidos advirtió este martes a Irán que el ataque con misiles a Israel tendrá “consecuencias” sobre las que ha comenzado a debatir con su aliado.
“Estados Unidos apoya totalmente, totalmente, totalmente a Israel”, declaró el presidente Joe Biden, quien añadió que hay conversaciones en curso sobre cómo responder.
Como ya había dicho su asesor de seguridad nacional un poco antes, Biden consideró que el ataque de Irán resultó “ineficaz” y fue “desbaratado” por las fuerzas israelíes, con el apoyo de Estados Unidos.
“Es totalmente inaceptable y todo el mundo debe condenarlo”, afirmó por su parte el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken.
SITUACIÓN EXPLOSIVA. Oriente Medio se encuentra sumido en una situación explosiva, y los llamados a un alto el fuego en Líbano y Gaza siguen sin respuesta.
Un portavoz del Pentágono, Pat Ryder, afirmó que Irán ha lanzado “aproximadamente el doble de misiles” que en su ataque anterior en abril.
Estados Unidos afirma no tener constancia de “muertos en Israel”, pero trata de recabar información sobre el fallecimiento de un civil palestino en la Cisjordania ocupada.
“Es una escalada significativa”, declaró el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan.
DERRIBO DE MISILES. Biden había dado orden al ejército de “ayudar a Israel a defenderse” y de “derribar los misiles” que apuntan a este país aliado de Estados Unidos, según la Casa Blanca.
Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata a las elecciones presidenciales de noviembre, siguen el ataque desde la sala de crisis de la Casa Blanca.
Estados Unidos también ayudó el 13 de abril a interceptar misiles iraníes, lanzados en respuesta a un ataque mortal atribuido a Israel en el consulado iraní en Damasco. Washington precisó querer “coordinar” con los israelíes una respuesta a Irán.
“Por supuesto debe haber consecuencias para Irán por este ataque”, dijo el portavoz del departamento de Estado, Matthew Miller, a los periodistas. “No voy a entrar en cuáles son esas consecuencias, pero hay cosas que coordinaremos con nuestros homólogos israelíes”, sostuvo.
Los lanzamientos de misiles iraníes de este martes contra Israel fueron ampliamente condenados por la comunidad internacional, pero ensalzados como un ataque “heroico” por el movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna la Franja de Gaza. “Condeno la extensión del conflicto en Oriente Medio”, declaró el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. “Esto debe parar. Necesitamos absolutamente un alto el fuego”, añadió, lamentando que se registre “escalada tras escalada”. La Unión Europea (UE) “condena en los términos más enérgicos” el ataque de Irán contra Israel, declaró el martes el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. “El peligroso ciclo de ataques y represalias corre el riesgo de descontrolarse. Es necesario un alto el fuego inmediato...”, escribió en la red social X. Paraguay se sumó al repudio y reafirmó el “pleno respaldo” del país suramericano “al legítimo derecho de Israel de ejercer su defensa”. Chile, España, Canadá, el Reino Unido, Alemania, entre otros países también rechazaron la escalada en la región.