Este fue el principal mensaje que Netanyahu quiso trasladar al jefe de la comunidad drusa en Israel, el jeque Muafak Tarif, en una conversación que mantuvieron.
“En nombre de toda la nación de Israel transmito el pésame enviado desde el fondo de mi corazón a las familias de los asesinados y a toda la comunidad drusa”, agregó el mandatario israelí.
Tarif, por su parte, aseguró que el ataque de este sábado representa “la realidad constante” de las comunidades del norte de Israel colindantes con la frontera libanesa y que Hizbulá “cruzó todas las líneas rojas posibles”.
“Es imposible imaginar y describir las escenas de horror de los niños y sus cuerpos destrozados tirados sobre la hierba”, lamentó.
Este último episodio escala la tensión en la frontera entre Israel y Líbano, donde hay un intercambio de fuego diario desde el pasado 8 de octubre, como nunca antes entre el gobierno de Netanyahu y la milicia libanesa.
Una guerra total entre ambos bandos podría estar ahora más cerca.
En el centro de Gaza, un bombardeo israelí sobre una escuela dejó al menos 30 muertos este sábado, y una operación de varios días en Jan Yunis, en el sur, mató a 170 palestinos desde el lunes, indicaron fuentes del territorio palestino tras más de nueve meses de guerra.
A pesar del alto número de muertos y el desastre humanitario que ha provocado la guerra en Gaza, los combates entre milicianos islamistas y tropas israelíes no dan tregua.
“La escuela Jadija, que albergaba una unidad médica improvisada en el área de Deir Al Balah, fue objeto recientemente de un ataque que dejó 30 mártires y más de cien heridos”, indicó el Ministerio de Salud gazatí en un comunicado. EFE-AFP