“Mi principal expectativa es un triunfo completo, no hay sustituto para la victoria”, declaró el primer ministro israelí, mientras las fuerzas israelíes profundizan su ofensiva terrestre en la ciudad sur de Jan Yunis, que quedó cercada en un contexto en que dos hospitales de la ciudad, Al Amal y Nasser, se hallan asediados y al límite.
En una reunión con soldados en una base militar, Netanyahu criticó las voces que creen que un triunfo total para acabar con Hamás no es posible, mientras Israel se empantana en su ofensiva terrestre.
“Es posible, es necesario y no nos queda otra opción: victoria completa”, aseveró el jefe de Gobierno, mientras mengua la confianza entre la opinión pública por su gestión de la guerra, así como aumentan las críticas de la oposición y la presión de las familias de los rehenes, que le piden un pacto que derive en su liberación.
Todo ello sucede cuando Israel intensifica aún más desde ayer su ofensiva en áreas de Jan Yunis –sur de Gaza– en las que casi no tuvieron presencia sus tropas terrestres, según prensa local.
Las tropas lanzaron ayer una operación en la parte oeste de la ciudad, un paso que se prevé que siga los próximos días en la mayor actuación militar dentro de Gaza, donde los muertos palestinos rozan los 25.500 desde el 7 de octubre. Por otro lado, según fuentes egipcias, Hamás rechazó la propuesta de tregua que habría hecho Israel, que de acuerdo con el digital israelí Walla, ofreció dos meses de pausa en la ofensiva a cambio de la liberación de rehenes israelíes y un intercambio por presos palestinos. EFE