El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reunió en Tel Aviv con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en el marco de una gira regional para impulsar una tregua en Gaza, donde más de 32.000 personas murieron en casi seis meses de guerra, según el último balance del Gobierno de Hamás en ese territorio.
Netanyahu le dijo a Blinken que Israel no puede “vencer a Hamás sin entrar en Rafah” y que “esperaba hacerlo con el apoyo de Estados Unidos, pero que, si es necesario, lo haremos solos”, reportó el primer ministro en un comunicado.
La comunidad internacional, incluyendo los principales aliados de Israel, como Estados Unidos, advierten sobre el riesgo de una hecatombe humanitaria si Israel invade esa ciudad del sur del enclave palestino, de 2,4 millones de habitantes, devastado por el conflicto y al borde de la hambruna.
Antes de partir, Blinken afirmó que Estados Unidos “comparte el objetivo” de derrotar a Hamás, pero que una operación militar de envergadura en Rafah amenaza con “aislar más a Israel”.
China y Rusia vetaron un proyecto de resolución presentado por Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que pedía un alto al fuego “inmediato” en Gaza vinculado a un acuerdo de liberación de rehenes en manos de Hamás.
Rusia consideró que el texto presentado era un “ejercicio retórico vacío” que contiene “una luz verde” a una ofensiva terrestre israelí en Gaza.
más muertos. En el terreno, los enfrentamientos de las últimas 24 horas dejaron al menos 82 muertos, indicó el ministerio de Salud de Gaza.
El Ejército israelí sigue operando en el hospital Al-Shifa, el más importante del territorio, situado en Ciudad de Gaza, en el norte de la Franja.
Las fuerzas israelíes afirman haber matado allí a más de 150 combatientes palestinos y arrestado a más de 350 desde comienzos de semana.
Israel también siguió bombardeando Rafah y sus alrededores, donde se refugia la mayor parte de la población de Gaza.
En Catar, los mediadores internacionales multiplican los esfuerzos para alcanzar un acuerdo de tregua de seis semanas entre Israel y Hamás, así como la liberación de rehenes secuestrados por el grupo islamista desde el 7 de octubre y un aumento de la ayuda humanitaria para Gaza. La guerra estalló el 7 de octubre con una incursión de milicianos islamistas que mataron a 1.160 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en el sur de Israel.