El gobierno aprobó el ingreso de ayuda por el paso de Erez, en el norte de Gaza, lo cual flexibilizaría el cerco que impuso a poco de lanzar su ofensiva contra Hamás, en el poder en el enclave, en represalia por el letal ataque de comandos islamistas en el sur de Israel el 7 de octubre.
También prometió habilitar el puerto de Ashdod, a unos 35 km al norte de Gaza, para la recepción de insumos, y autorizó “el aumento de la ayuda” por el paso de Kerem Shalom, en el sur.
El ejército israelí reconoció por su lado una serie de “errores” en el bombardeo que mató a siete cooperantes (seis extranjeros y un palestino) el lunes en Gaza.
Esos anuncios se hicieron al día siguiente de que Estados Unidos, principal aliado y proveedor de armas de Israel, planteara por primera vez condicionar su apoyo a las medidas que Israel adoptase para proteger a los civiles y a los trabajadores humanitarios en Gaza.
Los comandos que atacaron Israel el 7 de octubre mataron a 1.170 personas, en su mayoría civiles, según el cómputo de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
También capturaron a más de 250 personas, de las cuales 130 siguen retenidas en Gaza, incluidas 34 que habrían fallecido, según las autoridades israelíes.
La ofensiva aérea y terrestre lanzada por Israel en represalia ya dejó al menos 33.091 muertos, sobre todo civiles, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás en Gaza.
El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que las medidas anunciadas se acordaban con lo que le había pedido el jueves al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
A la pregunta de si había amenazado con suspender la ayuda militar a Israel, el mandatario respondió al salir de la Casa Blanca: “Les pedí que hicieran lo que están haciendo”.
Así y todo, unas horas antes el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, recordó que Washington esperaba resultados concretos “en los próximos días y semanas”. La ONU y la Unión Europea se mostraron más escépticas.
La ayuda entra con cuentagotas en Gaza y ante las dificultades de llevar ayuda por vía terrestre, muchos países efectuaron lanzamientos de víveres con paracaídas.
hambruna y armas. La ONU, que advierte del riesgo de hambruna en este territorio de 2,4 millones de habitantes.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU exigió el viernes el cese de la venta de armas a Israel, invocando el riesgo de “genocidio” en Gaza. El líder del Hezbolá proiraní de Líbano, Hasan Nasrallah, consideró el viernes “inevitable” que Irán replique al bombardeo, atribuido a Israel, de su consulado en Damasco, que mató a 16 personas, incluidos dos generales.