Los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza dejaron 63 muertos en 24 horas, según el ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por Hamás.
El jueves, el Consejo de Seguridad de la ONU instó a hacer más ante “la catastrófica situación humanitaria” en Gaza, donde los civiles viven amenazados por la hambruna, y tomó nota del anuncio de nuevas medidas hecho por Israel la víspera.
La guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino, que dura ya más de seis meses, provocó un nuevo episodio de tensión en la región.
Estados Unidos avisó del peligro de un ataque iraní o de sus grupos afines en Oriente Medio (Irak, Siria, Líbano, Yemen), en respuesta al bombardeo contra el consulado de Teherán en Damasco, en el que fallecieron el 1 de abril siete miembros de los Guardianes de la Revolución, dos de ellos generales.
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El miércoles, el guía supremo iraní, el ayatola Alí Jamenei, volvió a amenazar públicamente a Israel, que no confirmó su autoría del ataque al consulado iraní, afirmando que “será castigado”.
“Si Irán ataca desde su territorio, Israel responderá y atacará a Irán”, replicó rápidamente el canciller israelí, Israel Katz.
“Teherán nunca buscó aumentar las tensiones en la región”, declaró el canciller iraní, Hosein Amir Abdollahian, en una conversación telefónica con su homólogo británico, David Cameron, según un comunicado de su ministerio.
Sin embargo, “el ataque terrorista del régimen israelí (...) y el silencio de Estados Unidos y Gran Bretaña animan (al primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu, a continuar la guerra y extenderla a la región”, añadió.
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La Casa Blanca indicó el jueves que había “advertido” a Irán, y el secretario de Estado, Antony Blinken, pidió a sus homólogos chino, turco y saudita que presionen a Teherán para evitar cualquier ataque contra Israel, según el Departamento de Estado.
Por su parte, Rusia y Alemania pidieron “moderación” para evitar una escalada en Oriente Medio, donde las tensiones se dispararon entre Irán, Israel y sus respectivos aliados desde el inicio de la guerra en Gaza.
“Estamos en medio de una guerra en Gaza, que continúa a toda velocidad (...) pero también nos preparamos para afrontar desafíos en otros escenarios”, dijo el jueves Netanyahu.
El conflicto en el territorio palestino estalló el 7 de octubre tras el ataque de Hamás contra el sur de Israel, que dejó 1.170 muertos, en su mayoría civiles, según un registro de AFP basado en cifras israelíes.
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En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una ofensiva que ya dejó 33.545 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el ministerio de Salud del territorio.
El movimiento islamista tomó durante su asalto 250 rehenes, de los cuales 129 continúan en Gaza, incluidos 34 que se cree han muerto, según las autoridades israelíes.
El jueves, el ejército israelí anunció que llevó a cabo una operación nocturna en el centro de la Franja de Gaza, “con el objetivo de eliminar a agentes terroristas”.
“Escuchamos el ruido de los misiles que caen cerca de nosotros antes de explotar y que siembran el pánico entre los niños”, explicó a AFP Imad Abu Shawish, un hombre de 39 años en el sector de Nuseirat, en el centro del territorio reducido a ruinas y bajo un asedio de Israel.
El miércoles, un bombardeo israelí en Gaza mató a tres hijos y cuatro nietos del jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, que vive Catar.
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Haniyeh recalcó que la muerte de sus hijos no va a influenciar la posición del grupo en las negociaciones en curso en El Cairo para una tregua y una liberación de los rehenes.
“Nuestras exigencias son claras y no cambiarán”, aseguró.
Israel acusó el jueves a Hamás de “dar la espalda” a una “oferta muy razonable”.
El actual ciclo de conversaciones comenzó el domingo, pero no hay indicios de un avance, después de que Catar, Egipto y Estados Unidos, mediadores en la negociación, presentaran una propuesta que Hamás afirmó que está estudiando.
El plan contempla una tregua de seis semanas, el intercambio de 42 rehenes secuestrados por Hamás por entre 800 y 900 palestinos presos en Israel y la entrada de más ayuda humanitaria a Gaza, según una fuente del movimiento islamista.
Hamás, que también exige un alto el fuego definitivo y la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza, quiere disponer además de “tiempo y seguridad suficientes” para localizar a los rehenes que “se encuentra en distintos lugares en manos de diferentes grupos”, afirmó el jueves en un comunicado Basem Naim, un responsable político del movimiento islamista.
Fuente: AFP.