En las imágenes difundidas por el ejército israelí, se ve a soldados progresando por un paisaje de desolación, entre edificios reducidos a ruinas por los incesantes bombardeos lanzados desde el ataque del movimiento islamista palestino Hamás del 7 de octubre.
Las fuerzas israelíes están “librando encarnizados combates con los terroristas de Hamás en el interior de la Franja de Gaza”, informó el ejército y precisó que decenas de combatientes palestinos fueron abatidos en las últimas horas.
Previamente, Israel reivindicó que golpeó 300 objetivos en la cuarta noche de ofensivas terrestres en Gaza, en la que sus tropas enfrentaron fuego antitanque y disparos de los combatientes de Hamás, que gobierna este territorio palestino desde 2007.

Según el Ministerio de Salud de Hamás, al menos 50 personas murieron y 150 fueron heridas este martes en el bombardeo de un campamento de refugiados en Jabalia, en el norte de la Franja.
Desde el 7 de octubre, los bombardeos israelíes causaron al menos 8.525 muertos en la Franja de Gaza, incluyendo muchos niños, según las autoridades de Salud de Hamás.
La guerra también exacerbó las tensiones en Cisjordania ocupada, donde al menos 122 palestinos han muerto desde el 7 de octubre por tiros de soldados y de colonos israelíes, según el Ministerio de Salud local.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ignoró las presiones internacionales para un alto al fuego y el lunes afirmó que esto equivaldría a una “rendición”, tras haber prometido “aniquilar” al movimiento palestino cuyo ataque del 7 de octubre dejó 1.400 muertos, civiles en su mayoría.
Además, Hamás tomó como rehenes a 240 personas, según las últimas cifras publicadas por las autoridades israelíes.
La “nueva fase” de la guerra anunciada por Israel el sábado, aumenta la preocupación de una escalada regional.
El ejército israelí lanzó ataques en Siria y en la frontera con Líbano se multiplican los enfrentamientos con el grupo Hezbolá.
En tanto, los rebeldes hutíes de Yemen reivindicaron un ataque con drones contra Israel y el ejército israelí afirmó que interceptó un misil lanzado desde la región del mar Rojo.
El sufrimiento de los civiles en Gaza ha generado críticas y las agencias humanitarias de la ONU afirman que el tiempo se agota para muchos de los 2,4 millones de habitantes de este territorio palestino que está bajo asedio, sin acceso a agua, comida, combustible ni medicinas.
La oenegé Médicos del Mundo denunció que los cirujanos en Gaza deben “operar en el suelo” y practicar cesáreas o amputaciones “sin anestesia” por falta de material.
Israel acusa a Hamás de usar los hospitales como cuarteles militares y a los civiles como “escudos humanos”.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) alertó de la grave crisis humanitaria en el sur de Gaza, donde afirma que no hay suficiente asistencia para hacer frente a necesidades que no tienen precedentes y que hay 36 camiones con insumos esperando a entrar.