Como Paraguay apenas invierte un 0,13% de su PIB en investigación y desarrollo, el Centro Internacional de Capacitación Golda Meir de Israel envió a dos especialistas para orientar sobre metodologías con el fin de aumentar ese nivel y que las empresas puedan registrar mayor cantidad de patentes.
Mediante un taller, las expertas brindaron a representantes empresariales, de la academia y del Gobierno una visión general sobre los elementos críticos de mejora de la competitividad empresarial. Esto a través de la definición, implantación y gestión de entornos y procesos de innovación.
La doctora Laura Altschuler, conferencista del Centro Internacional de Capacitación Golda Meir MASHAV-Carmel, de Haifa (Israel), recordó que Israel tiene ya 5.000 patentes y que es importante para el Paraguay consolidar más y potenciar el registro de más patentes, porque representan activos intangibles de gran valor, que luego se pueden comercializar, además de aumentar la innovación y la capacidad económica del país.
“El taller se enfocó en la capacitación de formadores en la temática de promoción de emprendedores; formadores que puedan actuar en el plano de las universidades, incubadoras, centros de innovación, parques tecnológicos e industriales, sector productivo y otros actores del ecosistema de innovación”, explicó.
Asimismo, se buscó facilitar un espacio de intercambio de experiencias y casos de éxitos, con miras a fortalecer la gestión empresarial competitiva, como motor para el desarrollo económico sostenible de las distintas regiones de Paraguay.
La especialista mencionó que el 45% de las exportaciones hebreas se deben a las “high tech” (empresas de alta tecnología) y que Paraguay tiene pequeñas innovaciones incipientes, pero que tratan de ayudar a “pavimentar” el gran recorrido que aún le falta, puesto que en Israel un 4,25% del PIB es destinado a Investigación y Desarrollo (I+D).
Por su parte, Nuria Levy, directora de los cursos de innovación y emprendimiento del Centro citado, dijo que se imparten en Latinoamérica de 14 a 18 cursos similares, siendo los representantes de la academia, los emprendedores y referentes de los gobiernos quienes aprovechan estas iniciativas y las herramientas que se difunden.
Recordó que en Israel las multinacionales no tienen precisamente fábricas de ensamblaje, pero que están las más emblemáticas del mundo representadas por sus investigadores. “Por ejemplo, Intel abrió su primer centro fuera de los Estados Unidos, por primera vez, en Israel. Por eso hablamos de ecosistema, ya que desde lo público se apoya a los emprendedores”, definió.