Los presidentes Mario Abdo Benítez (Paraguay) y Jair Bolsonaro (Brasil) se reúnen hoy en la sede de la Itaipú Binacional, en el marco de la asunción formal de Joaquim Silva e Luna como director brasileño de la represa. Será el primer encuentro de los mandatarios tras el impasse que surgió entre ANDE y Eletrobras por la compra de potencia de Itaipú, y luego de que los brasileños hayan anunciado la intención de revisar (disminuir) el pago que hacen al Tesoro paraguayo por la cesión de energía no utilizada.
Si bien aún no se trata del inicio oficial de las negociaciones por la revisión del Anexo C del Tratado (marcado formalmente para el año 2023), se espera que Abdo Benítez pueda trasladar sus inquietudes a Bolsonaro, especialmente en lo que se refiere a la situación de la ANDE. Vale recordar que la empresa pública y Eletrobras se dieron un plazo de 90 días para encontrar una solución en la modalidad de compra de potencia anual, luego de que la estatal brasileña haya exigido a su par paraguaya que adquiera una mayor proporción de energía garantizada (más cara) y menos energía adicional o excedente (más barata).
Autoridades de la Administración de Electricidad (ANDE) aseveraron que nadie puede imponerles sus niveles de contratación y por consiguiente hasta la fecha no hubo un acuerdo para las ventas del 2019 de Itaipú.
POSICIÓN BRASILEÑA. De acuerdo con una publicación del periódico Estadão, el Gobierno de Bolsonaro ya trazó como prioridad revisar los costos de su país en Itaipú. Por tal motivo es que Eletrobras ya hizo el reclamo a la ANDE acerca de su forma de contratar la potencia, pues se ha visto perjudicada en los últimos años, dado que terminaba adquiriendo la energía más cara mientras que la compañía paraguaya se llevaba la más barata. Esto hizo que Paraguay saque ventaja y atraiga más inversiones, inclusive de industrias brasileñas, cuestionaron.
Otro perjuicio que aseguran sufrir los brasileños se da en el pago por cesión de la energía paraguaya no utilizada, que pasó de 3 dólares el megavatio hora (MWh) a 9 dólares en el 2009, luego del acuerdo firmado entre los mandatarios Fernando Lugo y Luiz Inácio Lula da Silva. Con esa modificación, hoy Brasil paga aproximadamente USD 360 millones al año, recursos que van destinados al Fonacide. Para los brasileños se trata de una asimetría y hace que los usuarios del sureste tengan una energía más cara. Por ende, es una prioridad volver a analizar este acuerdo, comentó una fuente de la administración de Bolsonaro al medio paulista.
INGRESOS O LUZ BARATA. Otro punto de discusión será qué hacer con la tarifa de Itaipú a partir del 2023. Hasta ese año, la Binacional pagará su deuda con Eletrobras y para cumplir con el compromiso hoy desembolsa USD 2.000 millones anuales, los cuales debe generar de la comercialización de su producto (tarifa más alta).
Como dentro de cuatro años el pasivo ya estará cancelado, los países tendrán que decidir si mantienen la misma tarifa y destinan el dinero sobrante a sus arcas (USD 1.000 millones para cada nación); o reducir el precio de venta de Itaipú para disminuir los costos. Los brasileños también indicaron que les resultará más conveniente bajar la tarifa, antes que lograr los ingresos extra.
Hasta el momento, el Gobierno paraguayo no ha dado una postura clara sobre estos aspectos y solo se ha limitado a informar que conformará un equipo multidisciplinario para negociar con Brasil. La idea es que dentro de esa nucleación estén no solo políticos, sino también expertos del sector energético, representantes de la academia y referentes sociales; ya que se trata de una causa nacional.
Además, el jefe de Estado nacional aseguró en más de una ocasión que mantiene buenas relaciones con el presidente del país vecino.