La deuda espuria e ilegal de Itaipú que hasta 2020 asciende a USD 4.193 millones, según Contraloría, y que se generó principalmente entre 1985 y 1997, por aplicarse tarifas más bajas a las fijadas por el Anexo C del Tratado, compromete a cuatro ex directores paraguayos de la hidroeléctrica durante la época del stronismo y en los primeros años de la transición democrática.
Es así que en el periodo comprendido entre 1985 y 1997, Itaipú tuvo como responsables a cuatro directores generales paraguayos, tales como Enzo Debernardi (ya fallecido), Fidencio Juan Tardivo, Salvador Óscar Gulino y Miguel Luciano Jiménez Boggiano.
Estos cuatro directores fueron parte de gobiernos colorados y también responsables de aceptar una tarifa menor de 17,10 USD/kW, en clara violación al Anexo C del Tratado, lo cual ocasionó que Itaipú deje de percibir (de 1985 a 1997) USD 1.757 millones, según el informe de Contraloría.
A su vez, estas decisiones de los directores y del Consejo de Administración, integrado por paraguayos y brasileños, generó una deuda valuada al 2020 en USD 4.193 millones.
ARREGLO. Para solucionar el problema dado entre 1985 y 1997, es decir, la “deuda espuria”, en marzo de 1997 en la sede de Itamaraty (Brasil), bajo la presidencia de Juan Carlos Wasmosy, el Consejo de Administración de Itaipú aprobó el llamado “arreglo de Brasilia”. Con esto, el ente absorbió en su contabilidad la “deuda espuria” de USD 4.193 millones, según recordó el ingeniero Axel Benítez. Eso se documentó en la histórica Resolución RCA-06/97 del Consejo de Administración, y así el “arreglo” no solo descargó sobre el ente la obligación, sino que trasladó a todos sus usuarios la deuda originada en 1985.
MÁS. Enzo Debernardi fue el primer director paraguayo de Itaipú desde mayo de 1974 a febrero de 1989, quien ejerció su cargo durante la dictadura de Alfredo Stroessner, y en cuyo periodo se habría gestado lo que hoy se conoce como la “deuda espuria”.
La aplicación de tarifas menores a 17,10 USD/kW siguió en gestiones posteriores y con la llegada de la democracia en 1989, con Andrés Rodríguez como presidente, la situación de Itaipú no había cambiado prácticamente, según el informe de la Contraloría.
La binacional en ese entonces tuvo como director general en la margen paraguaya a Fidencio Juan Tardivo, de febrero de 1989 a mayo de 1991, y luego a Salvador Óscar Gulino de mayo de 1991 a enero de 1993.
Con la ida de Rodríguez y la elección presidencial de Juan Carlos Wasmosy, la directiva local de Itaipú lo presidió Miguel Luciano Jiménez Boggiano, quien ocupó el cargo de enero de 1993 a abril de 2001, y en cuya gestión se habría generado un antes y un después en Itaipú, ya que desde 1997 subió la tarifa para arreglar la deuda pasada.
