El presidente entrante de la ANDE aseguró que se hace indispensable adelantar las negociaciones con Brasil en el marco de la revisión del Anexo C (bases financieras) del Tratado. Así se tendrá un panorama mucho más claro para orientar el resto de las operaciones, indicó.
Vale remarcar que en el 2022 se estaría saldando la deuda de Itaipú con Eletrobras, por lo que se debe definir si la tarifa de venta continuará como está hoy (lo que daría USD 1.000 millones adicionales a Paraguay a partir de 2023) o se reduce.
“A mi criterio lo más conveniente es tratar de cerrar la negociación lo más pronto posible. Si la tarifa finalmente va a ser alta y la va a poder pagar Brasil es un escenario. Si la tarifa es baja, tenemos que salir a buscar quién va a consumir la energía y cómo consumir lo mejor posible”, destacó.
Añadió que desde la UNA se concluyó que el mayor aprovechamiento de la energía por parte de las industrias dará más beneficios, teniendo en cuenta la generación de empleos dignos. Además, se tiene que impulsar un cambio tecnológico en el sistema de transporte para que utilice más electricidad, enfatizó. Acotó que el excedente energético tiene que ser cedido o vendido bajo las mejores condiciones posibles para que exista el mejor retorno socioeconómico. “Tenemos que aprovechar el bono eléctrico, que coincide con el bono demográfico y generar desarrollo para el país”, apuntó.
PRIORIDAD ES EL SERVICIO. Ferreira explicó que su intención es que las primeras inversiones de su gestión sean priorizadas en los sistemas de distribución de energía en el área metropolitana y rural. No obstante, adelantó que en el primer año no tendrá más opción que seguir con el presupuesto de la administración anterior, por lo que poco se podrá cambiar en el cronograma de trabajos. Indicó que no existen planes de aumentos de tarifas a los consumidores, pese a que el financiamiento asegurado para las obras es muy bajo.
“Negociaciones por Yacyretá no fueron las mejores”
Pedro Ferreira expresó que las condiciones que se pactaron con Argentina sobre Yacyretá no fueron las mejores que se podían haber conseguido. Señaló que la discusión principal es si la energía que llevaron los argentinos sigue haciendo que la carga financiera la paguen los dos países o la tendría que afrontar solamente el país vecino, que utilizó casi toda la electricidad.Aseguró que la maquinización del brazo Añá Cuá se está llevando adelante en forma muy rápida, lo que puede ser algo que ponga al Paraguay en desventaja.“Si Añá Cuá se cierra y la Nota Reversal se rechaza en el Congreso, la siguiente vez que nos toque como paraguayos sentarnos a negociar, vamos a tener un elemento menos de negociación. Y eso hace que uno pueda llegar a un nivel muy inferior en las ganas o en el derecho que uno cree tener”, remarcó. Añadió que este emprendimiento tiene un enfoque muy político, pero lo más conveniente tal vez hubiera sido dejar Añá Cuá para el próximo Gobierno. Explicó que se tenían que analizar las condiciones y la coyuntura que iba a tener Paraguay en el futuro con respecto a las siguientes negociaciones con Argentina, por lo que no comparte la decisión que tomaron los senadores al aprobar la Nota Reversal.