Desde el mismo inicio de la pandemia, la entidad binacional ha destinado fondos ad hoc para salud y protección de poblaciones vulnerables a través de sus programas sociales y ambientales. Los guarismos están en su página web https://itaipu.social. Se los resume aquí en cifras redondeadas: La inversión en responsabilidad socioambiental durante 2020/21 ascendió a G. 548.844 millones, equivalentes a unos USD 84,4 millones, de los cuales USD 30,8 millones se destinaron a infraestructura hospitalaria y USD 28,2 millones a asistencia a población vulnerable. Les siguen las inversiones en medicamentos e insumos médicos por valor de 7,2 millones de USD, así como 6,9 millones de USD para equipos biomédicos, más 5,4 millones para atención a personas de escasos recursos. Finalmente se aportaron ambulancias y móviles por 5 millones de USD, así como un millón y pico de USD para apoyo institucional.
INFRAESTRUCTURA HOSPITALARIA. Comprende la construcción y el equipamiento de 50 Unidades de Salud de la Familia (USF) que ayudan a potenciar la estrategia de Atención Primaria de la Salud en departamentos de mayor población. La USF es la estructura física donde trabaja un equipo compuesto por un médico, una licenciada en enfermería u obstetricia acompañados de un auxiliar o técnico en estas disciplinas. Desde el 2018 la ITAIPÚ BINACIONAL (IB) lleva adelante la construcción y equipamiento de 131 modernas unidades de USF en los departamentos de Alto Paraná, Central, Caaguazú, Boquerón, Alto Paraguay y Pdte. Hayes. Estas obras dan empleo a más de 4.000 trabajadores y benefician a un territorio social que cuenta con unas 3.500 a 5.000 personas, de sectores más vulnerables. Así también, la IB ha invertido en la ampliación y revitalización de los hospitales de Minga Guazú, Pdte. Franco, Hernandarias y Ciudad del Este. Las actividades incluyen la construcción de salas de internación, áreas diferenciadas para atención pediátrica y de adultos; instalaciones sanitarias, sexados e inclusivos; readecuación de sistemas cloacales; reparación de techos y canalones de hormigón armado; reparación de consultorios; instalación de sistemas de climatización y termocalefones solares, así como la remodelación de pórticos de acceso, entre otros.
ATENCIÓN A POBLACIÓN VULNERABLE. Se apoyó la campaña contra la pandemia del Covid-19 con el sostenimiento de 13 albergues de cuarentena, dotándolos con servicios de alimentación, baños y duchas portátiles. Por otra parte, se aportaron unos 3.822.386 kilos de alimentos a 1.356 ollas populares en 15 distritos del Departamento de Alto Paraná llegando a más de 230.000 personas durante 7 meses. Adicionalmente se entregaron 175.000 kilos de alimentos para familias en situación de extrema pobreza, como comunidades indígenas. Asimismo, se desarrollaron programas de asistencia a otras comunidades pobres como el proyecto “Mi Huerta”, para la reactivación económica, fortaleciendo la seguridad alimentaria, vía instalación de huertas familiares y provisión de insumos agrícolas, beneficiando aproximadamente a 6.500 familias destinatarias del Programa Tekoporá en todo el país.
MEDICAMENTOS E INSUMOS ASI COMO EQUIPOS BIOMÉDICOS. Se adquirieron para la lucha contra el Covid-19, especialmente para la población vulnerable con alta demanda en cuidados intensivos. En proceso de adquisición adicional se hallaban 750.000 unidades de medicamentos e insumos. En cuanto a los equipos biomédicos, los de alta complejidad fueron destinados a hospitales de tercer nivel, donde se requerían interacción armónica entre recursos humanos, infraestructura, equipamiento y medicamentos. Las áreas a ser proveídas con equipamientos son: Quirófanos, salas de terapias intensivas neonatales y de adultos, salas de diagnóstico y de urgencias. Así también se previó la entrega de una clínica móvil destinada a la Secretaría Nacional por los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad (Senadis), incluyendo una enfermería para procedimientos, servicios de oftalmología, audiometría y odontología. Uno de los objetivos fue apoyar la descentralización de los servicios y facilitar el acceso a las personas con discapacidad en zonas más distantes. El otro fue permitirles el acceso a una mejor calidad de vida, cumpliendo el compromiso de la inclusión efectiva, así como la promoción y protección de los derechos de las personas con discapacidad.