En el primer día, el caudal vertido promedio fue de 474 metros cúbicos por segundo, con un máximo de 1.376 metros cúbicos por segundo.
El pedido de vertimiento era de unos 8.500 metros cúbicos por segundo (m³/s), por 12 días. Ese volumen sumado a 500 m³/s que aporta el río Yguazú hará que el vertimiento llegue a 9.000 m³/s, con lo cual se recupera las condiciones de navegabilidad del Paraná, informan desde la Asesoría de Prensa de la binacional.
Aclaración. Desde la entidad aseguran que no habrá efectos negativos para la operación de la Central, considerando la demanda actual de energía eléctrica por parte de Paraguay y Brasil.
Al respecto, un informe de la Dirección Técnica de la entidad, asegura que no afectará la producción eléctrica sumado a la disminución de consumo eléctrico en ambos países. La reducción del embalse se estima recuperar en el periodo de lluvias previstas para mediados de año.
Se trata de una coyuntura única y sin precedentes. La sequía ha sido una dificultad con la cual la entidad siempre ha lidiado en forma exitosa todos estos años.
La apertura de las compuertas empezó el lunes y seguirá con interrupciones hasta la próxima semana.