“Nunca se había llegado a las altas partes, nunca se había hecho”, expresó el gerente técnico renunciante de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), Fabián Cáceres, luego de celebrar la decisión de Paraguay de pedir anular el polémico acuerdo firmado con el Brasil el 24 de mayo.
Sostuvo que hubo divergencias “que son naturales”, pero habían agendado otras reuniones con sus pares brasileños para seguir dialogando. “Particularmente, creo que no se habían agotado las discusiones”, expresó en La Unión 800 AM.
Fue la primera vez que los diplomáticos de ambos países intervinieron en una negociación sobre la compra de potencia desde la firma del Tratado de Itaipú, el 26 de abril de 1973.
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El acuerdo fue firmado por el embajador paraguayo en Brasil, Hugo Saguier Caballero, y el embajador Pedro Miguel da Costa e Silva, que es secretario de Negociaciones Bilaterales, el 24 de mayo. Esta acción provocó la renuncia del entonces presidente de la ANDE, Pedro Ferreira, quien no quiso agregar su firma por considerar que el acuerdo era perjudicial para el país.
El documento establecía nuevos niveles de contratación de potencia hasta el 2022. Si bien el Gobierno sostuvo que no tendría repercusiones, la empresa estatal admitió que el sobrecosto sería de unos USD 210 millones porque se iba a comprar energía más cara.
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Cáceres señaló que “tiene que haber consideración”. “No puede ser que una parte se aproveche de la otra”, agregó. Sin embargo, indicó que con este pedido de anulación se pueden buscar puntos comunes para resolver.
Igualmente, cree que desde Brasil se “precipitaron un poquito en esta situación”. Explicó que una de las promesas de Jair Bolsonaro fue disminuir la tarifa de electricidad y quisieron comenzar en Itaipú a costa de unos beneficios que Paraguay ya tenía.