El Club de Ejecutivos organizó un debate con representante del Instituto de Profesionales Paraguayos del Sector Eléctrico (Ippse) para hablar acerca de las negociaciones futuras sobre el Tratado de Itaipú. Héctor Richer, ex presidente de la ANDE y ex consejero de la binacional, realizó la disertación y destacó que el 2021 es el ejercicio final para intentar negociar con Brasil la modificación del Anexo C del Tratado.
Añadió que, si no se llega a un entendimiento, el documento simplemente seguirá vigente y la tarifa de venta de Itaipú va a bajar drásticamente, pues la hidroeléctrica ya no tendrá una deuda que pagar por año. La binacional elabora su presupuesto en setiembre, por lo que en octubre de 2021 ya tendrá definidos sus números para el 2022, año en que la deuda prácticamente dejará de existir, comentó.
Por consiguiente, comentó que el Gobierno paraguayo ya debe ir definiendo qué planteará, si quiere mantener la tarifa de venta actual, para lo cual deberá buscar fijar otro componente de gasto (en vez del pago de la deuda), como sería el fondo de desarrollo. De lo contrario, si el Poder Ejecutivo quiere que la tarifa baje, lo que convendría a ANDE y a las industrias, se puede dejar el Anexo C como está actualmente, destacó.
“Muchos dicen que nos sentamos a negociar en el 2023, pero no es el 2023, ya es 2021. Porque si nos llegamos a sentar en el 2023 ya será hecho consumada la tarifa baja y, ¿una vez que la tarifa bajó, a quién le vamos a reclamar? Aunque, si la política de Paraguay es que baje, perfecto. Pero, si se quiere tocar el Anexo C, el plazo es setiembre de 2021”, expuso.
Richer también alertó que no es cierto que una vez cancelada la deuda de Itaipú automáticamente sobrarán USD 2.000 millones (monto anual que hoy se emplea para pagar el pasivo), sino que el precio de venta de energía caerá y dependerá de ambos gobiernos establecer un nuevo concepto de gasto, con el fin de mantener la tarifa alta y así generar esos recursos adicionales.
MÁS QUE EXIGENCIAS. El ingeniero expresó que se tiene que buscar un paquete de negociación integral, no enfocarse solo en algunas exigencias puntuales, pues el panorama es muy complejo. Remarcó que algunos sectores instan a que se suba el valor de los royalties, el pago por cesión de energía, que se impulse la venta de energía a terceros países, entre otros aspectos, pero dijo que esas cuestionen no serán tan simples.
Para poder vender la energía a otros países primero se tiene que confirmar si hay real interés de otros mercados, cuáles son las regulaciones de esos países, qué costo tendrá pasar por sus líneas y, sobre todo, la ANDE tiene que hacer las obras de infraestructura correspondientes, lo que puede terminar dando más gastos para el Estado, detalló.
“Tenemos que ver la factibilidad real, debemos analizar cuáles son los requerimientos de potencia y energía para Paraguay. No se puede hablar de vender si no sabemos cuánto nosotros vamos a consumir. Tampoco uno va a vender al precio que quiere, sino lo que el mercado está dispuesto a pagar. Además, se tiene que ver cuáles son las garantías que se exigen. Si no tenemos espalda financiera para cumplir, las penalizaciones son muy altas y dolorosas”, apuntó.
Enfatizó que la libre disponibilidad de energía no figura en el Anexo C y puede ser acordada de común acuerdo entre los países, en cualquier momento. No obstante, dijo que Brasil está peleando por la reducción de tarifas, la política de Gobierno es austera, por lo que hay que prepararse para una posición de reducción de tarifa.