01 may. 2025

Itaipú transfirió 13% menos recursos en el primer semestre

La Itaipú Binacional (IB), cuyo director general paraguayo es Manuel María Cáceres, informó que transfirió al Estado paraguayo USD 217 millones en el primer semestre de 2022, cifra que representa 13% menos en relación al mismo periodo de 2021, cuando llegó a USD 248 millones.

Los desembolsos corresponden al cumplimiento de las obligaciones establecidas en el Anexo C del Tratado, en concepto de royalties, cesión de energía y pagos a la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).

“En el primer semestre del corriente año, la Entidad remesó USD 99 millones por royalties y USD 83 millones por cesión de energía, a favor del Tesoro Nacional. Mientras tanto, la ANDE recibió USD 35 millones en calidad de resarcimiento de las cargas de administración y utilidades; de acuerdo con el reporte de la Dirección Financiera, Margen Derecha, de la Binacional”, informó la entidad.

Agregó que en lo que se refiere solo a las transferencias realizadas en junio, los royalties totalizaron USD 16 millones, el monto por cesión de energía USD 15 millones, y la ANDE ingresó USD 6 millones por las utilidades y USD 1 millón por el resarcimiento de las cargas de administración (USD 7 millones en total).

Más. Por otro lado, en el primer semestre de 2021 la Itaipú remesó USD 108,5 millones por cesión de energía y USD 106,3 millones por royalties, mientras que la ANDE ingresó USD 33,2 millones.

Si bien la entidad subrayó que la Central Hidroeléctrica mantiene un “óptimo desempeño” que le permite a la empresa cubrir la demanda energética de los dos países y honrar sus obligaciones financieras, no es menos cierto que los efectos de la crisis hidrológica siguen afectando económicamente.

En efecto, hace una semana Ricci Oviedo, de la División de Programación y Estadística de la IB, explicó el impacto que tuvo la crisis del río Paraná en las actividades de la usina, y precisó que el 2021 fue un año de muchos desafíos por el menor caudal, por lo que la binacional tuvo que reducir la cantidad mínima permitida de turbinas sincronizadas de once a ocho (cuatro en el sector de 50 Hz y cuatro en 60 Hz). Así se llegó a una de las marcas de producción más bajas en la historia, con valores de producción no vistos desde 1994, de 66.752 gigavatios hora (GWh).