11 abr. 2025

Italianos: Del puerto de Génova al puerto de Asunción

La inmigración italiana en Paraguay comenzó a desarrollarse espontáneamente a finales de la década de 1870, aunque durante la Guerra Grande ya existía una pequeña comunidad italiana en el país.

  • María Victoria Benítez
  • Universidad de París

La población italiana siempre ha sido la más numerosa en los países del Río de la Plata. Una vez que llegaron a esta región, se convirtieron en nómadas y fue así como entraron posteriormente en Paraguay. Entre 1877 y 1906, una inmigración masiva se repartía entre Argentina, Uruguay Paraguay y Brasil; el flujo continuó aumentando en la región en 1914. (R. F. Foerster, “A Statistical Survey of Italian Emigration”). Según la estadística paraguaya, entre 1881 y 1907, 3.360 italianos se encontraban en el país.

Las leyes de migraciones en Italia comenzaron con circulares en 1868 y 1873. La ley de 1901 creó la Comisaría General de Emigración dependiente del ministerio de Asuntos exteriores e instituyó comisiones de inspección para los puertos de Génova, Nápoles y Palermo. Igualmente, caracterizó al emigrante transoceánico como un ciudadano que viaja en tercera clase (art. 6) (François Heran, Collège de France).

En Paraguay, las principales leyes que regularon la inmigración extranjera son las promulgadas en 1881 y en 1903. Luego, se crearon leyes y reglamentos específicos de acuerdo al país de origen, para grupos de inmigrantes destinados al trabajo de la tierra o profesiones liberales.

Los italianos fueron los más numerosos entre los grupos étnicos inmigrantes en Paraguay. Llegaron de forma individual y en los inicios de su instalación ejercieron la profesión de jardinero, cultivadores o negociantes, algunos poseían pequeñas casas de comercio, otras de ventas al por mayor. Entre seis a nueve italianos eran empleados del gobierno en 1871.

La comunidad italiana sobreviviente del final de la Guerra Grande y los nuevos inmigrantes fundaron la “Società Italiana di Mutuo Soccorso “el 8 de setiembre de 1871, con el objetivo de ayuda mutua, material y moral para los italianos residentes en Paraguay. Entre los fundadores se encuentra Francesco Morra, Enrico Barbero, Luigi Patri, Silvio Andreuzi, Antimo Pettirossi (padre de Silvio Pettirossi). Fue una inmigración particularmente interesante por el aporte al desarrollo de Paraguay.

A finales del siglo XIX, muchas regiones italianas sufrían una grave crisis económica, y las repercusiones fueron aún mayores en Sicilia. (M. Martini, “Conflits sociaux et organisations paysannes dans les campagnes italiennes, du Risorgimento à l’arrivée du fascisme au pouvoir”). Una eficaz propaganda sobre Paraguay con la intervención del consulado italiano, y el apoyo de los italianos que ya vivían en el país fomentó la emigración italiana. En este contexto se estableció en San Pedro la primera colonia de inmigrantes italianos para el trabajo de la tierra, “Trinacria (1898) organizada previamente en Sicilia por Giuseppe De Stefano Paternò.

La mayoría de los inmigrantes italianos se beneficiaron con pasajes gratuitos pagados por el gobierno paraguayo a fin de atraer inmigrantes calificados para el trabajo de la tierra. Esta ventaja se extenderá gradualmente a otras profesiones, incluidas las liberales y comerciales.

Los consulados paraguayos de Génova y de Buenos Aires se encargaban de atribuir los pasajes gratuitos para la travesía de los inmigrantes, tanto si la migración era individual como familiar. Se debía enviar la solicitud de pasajes a estos consulados, previo acuerdo de la oficina de inmigración a cargo del ministerio de Relaciones Exteriores en Asunción. El ministerio recibía las modalidades de pago del transporte concedidas por la ley de 1881 (art. 14-n°1) y revisadas por la ley del 23 de mayo de 1888 sobre los gastos de transporte.

Un ejemplo de solicitud de pasaje gratuito enviada al Director de Inmigración en Asunción: “Asunción, 13 de septiembre de 1901. A petición del Sr. De Stefano Paternò, tengo el honor de dirigirme a V.E. para solicitar 6 pasajes de Buenos Aires a la capital para las siguientes personas mayores de edad que desean establecerse en la colonia Trinacria: Francesco Sorbello y familia. Firma, director de inmigración, Carlos R. Santos”.

En algunos casos, el viaje del puerto de Italia al puerto de Argentina era responsabilidad de los colonos, luego del puerto de Argentina al puerto de Asunción era responsabilidad del gobierno paraguayo.

Los colonos

El principal problema al que se enfrentaba el cónsul paraguayo en Buenos Aires era la deshonestidad de algunos inmigrantes que, una vez llegados al puerto de Buenos Aires, querían quedarse en esa ciudad y no llegar a su destino final, Asunción.

El siguiente extracto de una carta del cónsul de Paraguay en Argentina ilustra esta situación: “Esta lista contiene los nombres de 51 inmigrantes que llegaron de Génova en el Vapor Rosario, de los cuales, 3 desertaron en el puerto de Buenos Aires y 2 en Rosario de Santa Fé, quedando reducidos a 46. Estos inmigrantes fueron trasladados a bordo del vapor Paraná con destino a Asunción el 14 de diciembre de 1888”.

La misión del cónsul paraguayo en Buenos Aires era negociar los trámites de embarque y el precio del pasaje en tercera clase con las compañías navieras, como fue el caso de una familia con tres hijos que partió de Nápoles al puerto de Buenos Aires bajo los auspicios del gobierno paraguayo: “He tenido el honor de recibir la amable nota de V.E. fechada el 7 de este mes. De acuerdo con la orden superior que me transmite, me reuní con Pedro Christophensen, agente de la compañía naviera “ La Veloce “, con quien fijé el precio de tres pasajes y medio de tercera clase que emitirá desde el puerto de Nápoles al de Buenos Aires, para las siguientes personas : Casalla de Fontanella y su familia de 11,10 y 8 años”.

Los procedimientos de solicitud de pasajes y las condiciones de inmigración cambiaron con la ley de 1903. A partir de alli, el procedimiento de solicitud de un pasaje gratuito deberá ser firmado por un “Padroni” padrino compatriota, residente en Paraguay, que llenará el formulario, constituyendo un aval del inmigrante para entrar en el país.

A su llegada, el inmigrante será recibido por un empleado de la Oficina de Inmigración del gobierno paraguayo, que le proporcionará transporte gratuito y su equipaje (muebles, herramientas agrícolas, semillas, ect.). Los colonos son llevados primero al hotel para inmigrantes situado cerca del puerto y la aduana, donde se les daba alojamiento y comida gratis durante cinco días. Si deseaban permanecer más tiempo antes de partir a su colonia, pagaban una módica suma pasados los cinco días.

Algunos ejemplos de familias italianas que llegaron a Paraguay y que forman parte del paisaje, económico, político, social y cultural del país :

El matrimonio Gaetano Sallustro y Anna d’Amato originarios de Nápoles, se casaron en la iglesia Santo Antonio el 16 de octubre de 1899. Según los datos disponibles, emigraron a Paraguay poco tiempo después de casarse. Lo que ilustra el entusiasmo de partir y la esperanza de construir su familia en Paraguay. “Pasajes de proa emitidos en este consulado por cuenta y orden del gobierno de la República del Paraguay durante el mes de diciembre de 1899”. La pareja se embarcó el 20 de diciembre en el vapor las Mercedes del puerto de Buenos Aires al puerto de Asunción, acompañados en el mismo barco por Josefina Sallustro, Enrique de Gregorio y un niño de 6 años y medio.

La segunda familia inmigrante que hemos elegido: la familia Masi. Antonio, Miguel, y Angelo Masi son tres hermanos de la pequeña ciudad de Forenza en el sur de Italia, provincia de Potenza. (Consilio Regionale della Basilicata). En 1872, los tres hermanos, decidieron emigrar a Buenos Aires, ya estaban casados y tenían hijos. Luego de un viaje de cinco horas a caballo, los hermanos Masi llegaron a la ciudad de Melfi, a cincuenta kilómetros de Forenza, luego se trasladaron en tren a Nápoles, luego a Génova a fin de tomar el trasatlántico que les llevaría al país de sus esperanzas. Una vez en Buenos Aires, se dirigieron al consulado paraguayo para emigrar al Paraguay.

Familias y amigos

Entre 1872 y 1889, sesenta y siete personas emigraron del sur de Italia para instalarse en Paraguay y unirse a los familiares y amigos con la ayuda de Angelo Masi y patrocinado por el gobierno paraguayo. Angelo viajó tres veces a Italia para organizar la venida. El total de inmigrantes incluye once matrimonios, nueve adultos solteros, diecinueve niños, cinco preadolescentes y doce adolescentes (el mayor tenía veinte años y el menor cinco años). Otras familias que emigraron con el grupo de la familia Masi: Ottaviano, Coscia, Giangreco, Nicola, Palmieri, Fortunato, Cataldo. La experiencia de estas familias dejaron su huella en Paraguay, por sobre todo los numerosos descendientes de la segunda y tercera generación.

La inmigración italiana forma parte de los acontecimientos que estructuran la historia contemporánea del Paraguay. La emigración a este país fueron por razones económicas, otras por razones políticas. Algunos se quedaron unos meses, unos años y otros toda la vida; otros nunca salieron de Italia, pero tenían hermanos, primos, tíos, tías que habían venido a Paraguay. La experiencia de la migración concierne, pues, tanto a los que vinieron como a los que se quedaron. Su historia es parte integrante de la historia de Paraguay que también está marcada por el papel desempeñado en el aporte de su cultura de origen.