Los productores y comerciantes aseguran ser visitados con frecuencia por los agentes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (Mtess), quienes les exigen una serie de documentaciones. Sin embargo, desde la Dirección del Trabajo aseguraron que el objetivo es la formalización del sector.
La Unión de Comunidades del Nordeste de Itapúa emitió un comunicado a fin de poner a conocimiento de la opinión pública y de las autoridades la situación que están pasando.
Según señalaron, el campo está en crítica situación y es inadmisible que desde este organismo “se esté persiguiendo a humildes agricultores”, que apenas está subsistiendo de su honesto trabajo.
Según el comunicado firmado por Moisés Dobler, directivo de la Unión de Comunidades del Nordeste del Departamento de Itapúa, los agentes del Ministerio de Trabajo les exigen a los campesinos guardería, sala de maternidad y otras cuestiones que el agricultor nunca tuvo.
Asimismo, les exigen tener un asesor jurídico y contador, registro de ingreso y egreso del personal. Señalan que estas son exigencias que un productor “jamás podrá cumplir” atendiendo a que lo único que hacen es labrar la chacra.
Todas estas cuestiones han obligado a que desde la Unión de Comunidades del nordeste de Itapúa emitan el comunicado cuyo fin es evitar que los agricultores cedan ante esta situación, que ellos consideran un “operativo de apriete de fin de año”.
Dobler señaló que desde hace unas semanas, varios pequeños productores agrícolas de Itapúa fueron visitados por funcionarios del Mtess, quienes exigieron a los propietarios de las chacras una montaña de documentos.
Al no poder cumplir con las exigencias del Ministerio, los productores son notificados para presentarse en un plazo de 72 horas ante la oficina de Encarnación.
Los sacrificados agricultores no se explican cómo, en uno de los años más castigados y difíciles para la economía paraguaya, el Ministerio de Trabajo decide salir a “apretar” al sector muy castigado, al que se le suman la pandemia y la peor sequía de los últimos 70 años.
“Llegan a las chacras de los agricultores indagando quién trabaja en el lugar, y es sabido que la mayoría de los que trabajan en una pequeña finca son los hijos de la familia o jornaleros ocasionales que vienen a carpir o hacer limpieza”, denunció.
Por su parte, la directora regional del Ministerio en Itapúa, Celina Saavedra, señaló a una radio de Encarnación que solo cumple con sus obligaciones y que la orden de inspeccionar las chacras salió desde la central misma.