En distintos sectores de la región llovió más de 250 milímetros durante los cinco días, cantidad que fue excesiva para los granos de trigo en espigas listas para ser cosechadas.
Según los productores, las precipitaciones lavaron el trigo, por lo que perdió peso y calidad. A esto se le suma que las temperaturas elevadas en pleno invierno afectaron el rendimiento.
“Las intensas lluvias hicieron que los daños sean mayores porque los granos ya no tienen calidad y perdieron mucho peso, por eso muchos productores ya decidieron no cosechar su trigo, sino directamente plantar soja encima de esas parcelas”, manifestó Orlando Gallas, jefe de Asistencia Técnica de la cooperativa Colonias Unidas.
Por otro lado, las lluvias regaron las parcelas de soja que, en algunos casos, están con desarrollo vegetativo y en una gran mayoría en proceso de germinación, ya que los agricultores anticiparon la siembra, dados los pronósticos de buena lluvia que se están cumpliendo al pie de la letra.
Los agricultores esperan que el comportamiento climático sea lo adecuado hasta la finalización de la campaña agrícola para levantar los granos, poder comercializarlos, y cumplir así con sus compromisos con proveedores y sus acreedores. (AR)