El brasileño Jarvis Chimenes Pavão, nacionalizado como paraguayo, ingresó al radar criminal en 1994 cuando cayó preso en Camboriú, Brasil, por la incautación de 25 kilos de cocaína. Pavão contrató a los mejores abogados de la región para lograr su libertad.
Desde el año 2000 se iniciaron las averiguaciones y, posteriormente, los agentes federales brasileños lograron reunir pruebas que lo vinculaban con el narcotráfico y el lavado de dinero.
Sin embargo, Jarvis se fugó hacia nuestro país y se estableció en Pedro Juan Caballero, desde donde manejaba el tráfico de drogas a gran escala, mientras disfrutaba de lujos y comodidades.
Según la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), este hombre sería clave para el ingreso del grupo criminal Primer Comando Capital (PCC) a Paraguay, ya que se encargaría de negociar el envío de drogas hacia el Brasil generando los primeros vínculos.
El barón de la droga
La Policía del Brasil descubrió que El barón de la droga montó una empresa de exportación de cervezas en Pedro Juan Caballero, la cual utilizaba, siempre según información de inteligencia, como fachada para enviar droga a Colombia. A su vez, la firma intercambiaba la mercancía por armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los vínculos entre las FARC y el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), según las fuerzas de seguridad del Paraguay, se dan en el hecho de que estarían actuando como protectores de narcos que operan en el Norte, y las investigaciones de la Policía Federal del Brasil expuestas por medios de comunicación del vecino país vinculan a Pavão con este grupo criminal.
A su vez, el ex senador Eduardo Petta, en una conferencia de prensa realizada el 28 de junio del 2016, señaló que el traslado de Jarvis Chimenes Pavão de Tacumbú a la Agrupación Especializada, tras hallarse dinamita en una de las paredes, podría estar vinculado con el EPP.
El entonces legislador, incluso, habló de que el grupo criminal habría secuestrado a un adolescente, colono menonita, en la colonia Río Verde de San Pedro, solo días después de que se ordenara el traslado de Pavão del penal de Tacumbú, donde tenía un lujoso penthouse.
Contraria a esta versión, la abogada del brasileño, Laura Casuso, se pronunció con declaraciones en las que afirmó que su cliente ayudaba económicamente a las fuerzas de seguridad paraguayas para la lucha contra este grupo criminal, lo que no fue negado ni confirmado por ninguna autoridad.
Según las investigaciones que consiguieron su primera condena, la organización de Jarvis se expandió a Bolivia y con su propio avión hacía entregas en San Pablo (Brasil) y distribuía a pequeñas organizaciones criminales del estado de Minas Gerais. Esta mercancía era comprada en Amambay. De acuerdo con las sospechas de la Policía Federal del Brasil, el 80% de la droga llegaba a la zona del Balneario Camboriú e Itajaí.
El brasileño tenía una empresa de venta de autos en Santa Catarina, Brasil, y posteriormente migró a la zona de Camboriú, desde donde también controlaba sus negocios.
Jarvis Chimenes Pavão fue condenado a 17 años y ocho meses de prisión por narcotráfico, sentencia firmada por el juez federal Odilon O Reis y dictada por el Tribunal de Justicia de Santa Catarina. En Paraguay fue condenado por lavado de dinero y en el 2017 fue extraditado al Brasil, donde actualmente guarda reclusión.
Alianza y captura
En el 2009, por medio de una alianza internacional entre Paraguay, Estados Unidos y Brasil, tras el trabajo de inteligencia desarrollado por más de un año y el cambio de varios hombres en instituciones antidrogas y de seguridad del Estado paraguayo, se capturó a Jarvis Chimenes Pavão en la estancia 4 Filhos, ubicada en Yby Yaú, Departamento de Concepción.
El operativo tuvo como principal característica la sorpresa. Fue así que, alrededor de las 05.00, bajo una tormenta, se procedió a capturar a Pavão. Posteriormente empezó a cumplir su condena en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.
Entre las comodidades que tenía en ese entonces en su estancia se encontraban una piscina climatizada, salas de juegos y gimnasio, cocina con muebles de mármol, equipos de karaoke al aire libre, quinchos con sofá de cuero importado, así como vehículos costosos y una avioneta.
Los medios brasileños mencionan a Chimenes Pavão como un traficante de drogas en Paraguay y proveedor de estupefacientes para la zona de Santa Catarina, Brasil.
Según la Justicia del vecino país, al momento de su captura, el mismo llevaba al menos 15 años en el narcotráfico.
Embajador narco
Ya en el año 2014, una investigación periodística del Brasil, titulada “Los embajadores del Narcosul”, realizada por la cadena Globo, reveló –según informes de inteligencia– que llevaba una vida de lujo dentro de la penitenciaría de Tacumbú.
Según otra publicación del segmento Extra de Globo, el capo narco pagaba a las autoridades penitenciarias de Tacumbú unos USD 300 por día para tener privilegios.
El texto señalaba que la vida de Chimenes en la mayor cárcel del país era un beneficio antes que un castigo por sus crímenes.
“Tiene una oficina de 20 metros cuadrados, equipada con dos computadoras, impresora, televisor de pantalla plana y nevera. En la puerta, cuenta con guardias exclusivos”, detalla.
Siempre según la publicación, Pavão hacía de embajador del tráfico de drogas en el Mercosur desde su lujosa celda.
En aquella ocasión, el ex director de Tacumbú y destituido como director de Institutos Penales, Artemio Vera, negó que el mismo tuviera algún privilegio y afirmó que este estaba separado de la población común de la penitenciaría “por cuestiones de seguridad”.
Escándalo en Tacumbú
El 25 de julio del 2016 se encontró un kilo de dinamita en gel –similar a la utilizada por el EPP en sus golpes– en una de las murallas del penal de Tacumbú. La misma estaba lista para ser detonada; incluso intentaron prenderle fuego a la mecha, pero no explotó.
El artefacto intentó ser utilizado para hacer un hueco en uno de los muros, específicamente en el Pabellón 3, conocido como Adventista, lugar cercano a la celda de Pavão. Sin embargo, el fiscal Joel Cazal, quien investigó el caso, afirmó que era imposible que Jarvis fuese el beneficiario de algún plan de fuga, ya que este no tenía acceso al lugar.
Tras el incidente se ordenó el traslado del “barón de la droga”, pero existieron llamativas actuaciones que impidieron que el mismo saliera de Tacumbú, por lo que luego fue destituida la ministra de Justicia, Carla Bacigalupo, y como encargado de despacho asumió Éver Martínez Fernández, hijo del ministro de Defensa, Diógenes Martínez.
El penthouse de Jarvis Pavão y sus obras
Tras el traslado de Jarvis Chimenes a la Agrupación Especializada y el cambio de autoridades penitenciarias, se revelaron las comodidades y los privilegios con los que contaba el recluso en Tacumbú.
La exposición de los beneficios de Pavão conllevó la reacción de su abogada, quien no solo cuestionó el traslado, sino también sacó a la luz una serie de obras y aportes que el recluso dejó en la penitenciaría desde que ingresó en el año 2009.
Una cancha de fútbol, una capilla, una biblioteca, un comedor, salario para cocineras, un pabellón para 120 personas, alimentos para 80 reclusos, baños y hasta una nueva habitación para el director del penal son algunas de las obras que –según la abogada Casuso– su cliente dejó a la cárcel.
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Laura Casuso, quien fue asesinada por sicarios en noviembre de 2018 en Pedro Juan Caballero, comentó que su cliente no comía el mismo menú que los demás reos. Relató que se alimentaba de restaurantes, por su seguridad.
Todas las obras realizadas y la remodelación de su celda, que entre otras cosas tenía la pared revestida en piedra, muebles hechos a medida, un somier, un juego de sofá, un lujoso baño, aire acondicionado, televisión y equipo de audio, debían ser aprobadas por las autoridades penitenciarias, quienes, a su vez, eran las mismas que negaban la existencia de dichos privilegios.
Finalmente, por orden del entonces presidente de la República, Horacio Cartes, personal táctico a cargo del Grupo Especial de Operaciones (GEO) trasladó a Jarvis Chimenes Pavão a la Agrupación Especializada. Su defensa apeló el traslado, pero no consiguió que sea revocado.
Mediador ante el EPP
Familiares de Félix Urbieta visitaron a Jarvis Chimenes Pavão el lunes 21 de noviembre de 2016. El ganadero continúa en manos del autodenominado Ejército del Mariscal López, sin que se tengan mayores informaciones sobre su situación y paradero.
La familia se acercó hasta Pavão luego de confirmarse la prueba de vida que recibieron por parte de los captores de Félix Urbieta, secuestrado el 12 de octubre de ese año. Acudieron a la Agrupación Especializada, supuestamente, para pedir un préstamo de USD 500.000 para pagar por el rescate.
Durante una entrevista concedida a Telefuturo, Pavão tocó temas como su papel en la liberación de Arlan Fick (secuestrado por el EPP y luego liberado en el 2014), su colaboración con el Ministerio del Interior con equipos de escucha y, finalmente, habló del supuesto plan de atentado contra el ex presidente de la República, Horacio Cartes.
2017, año de homicidios
El año 2017 estuvo marcado por sicariatos a personas cercanas a Pavão.
En enero del 2017, la pareja de brasileños Paulo Jacques (41) y Millena Soares Bandeira (26) fueron asesinados por sicarios en Asunción minutos después de haberse reunido con Jarvis en la Agrupación Especializada.
Datos de inteligencia hablan de que las víctimas eran personas de confianza del condenado.
En octubre del 2017, un ataque a tiros cometido por sicarios en el barrio residencial Madame Lynch, de Asunción, dejó como víctimas fatales a William Giménez Bernal (28), oriundo de Pedro Juan Caballero, y su hijo, Gabriel Giménez González (5). El hombre visitó en cinco ocasiones a Jarvis Chimenes Pavão en la Agrupación.
Ronny Pavão (42), hermano de Jarvis, fue asesinado a tiros en la vía pública de Ponta Porá, Brasil, zona fronteriza con Pedro Juan Caballero. Esto ocurrió el 14 de marzo del 2017.
Según versiones de conocidos de la víctima, el hombre se dedicaba a administrar los bienes de la familia. La jueza Yolanda Morel no dio permiso a Jarvis Pavão para asistir al sepelio de su hermano.
Extradición y condena en Brasil
El jueves 28 de diciembre del 2017 compurgó su condena en Paraguay, por lo que la jueza Lici Sánchez ordenó que el mismo día fuese extraditado al Brasil, vía aérea.
Como última estrategia, la defensa recurrió a un habeas corpus que fue firmado por el juez Crescencio Ocampos, de Santaní, y se suspendió la extradición.
Esta medida fue tomada con mucha sorpresa por las autoridades y motivó una auditoría en la oficina del juez. Llamativamente, el magistrado firmó la resolución y pidió permiso por tres días, para luego iniciar sus vacaciones.
No obstante, la jueza Lici Sánchez ratificó la orden de extradición, a pesar del recurso de habeas corpus genérico firmado por el juez de Santaní.
El avión enviado por la República Federativa del Brasil para el traslado de Jarvis Chimenes Pavão partió alrededor de las 8:30 del Grupo Aerotáctico, del jueves 28 de diciembre del 2017, más de una hora después de lo previsto inicialmente.
De esta forma, finalmente se logró su extradición tras las polémicas surgidas en el ámbito judicial. Un fuerte dispositivo de seguridad acompañó todo el operativo, desde su trasladado de la Agrupación Especializada hasta el Grupo Aerotáctico.
Chimenes Pavão fue llevado a su país de origen, donde pasó a guardar reclusión por una condena de 17 años de cárcel por narcotráfico, lavado de dinero, asociación criminal y otros casos que tiene pendientes.
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Extraoficialmente se mencionó que el mismo sería llevado hasta una cárcel del estado de Santa Catarina. Sin embargo, después se dijo que su destino final sería la penitenciaría de máxima seguridad en Rio Branco, estado de Acre.
Por otro lado, los abogados de Jarvis Chimenes Pavão habían calificado la extradición como un secuestro porque la resolución del habeas corpus estaba vigente.
Jarvis, nacionalizado paraguayo, fue sentenciado por lavado de dinero, asociación criminal y violación a la Ley de Armas en Paraguay. La extradición a Brasil fue dictada en el 2010 y confirmada en todas las instancias. Solo se esperaba a que cumpliera su condena en territorio paraguayo.
Actualmente se encuentra recluido en la Penitenciaría Federal de la ciudad Puerto Viejo hasta el final de su condena en 2035.
Operativo en Paraguay ocho años después
Tras la realización de 30 allanamientos en simultáneo el pasado lunes, la operación Pavo Real siguió con 12 procedimientos efectuados por el Ministerio Público y la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). Esta vez, los trabajos se focalizaron en establecimientos rurales de Concepción y Amambay.
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Las estancias y establecimientos allanados serían parte del patrimonio de Jarvis Chimenes Pavão en Paraguay, el cual es administrado por la estructura criminal investigada. Varias de estas propiedades eran funcionales al lavado de activos, según los investigadores.
Las personas detenidas en Asunción fueron Adrián Brizuela, Lilian Haydée Ayala de Silva, Gabriela Esther González Jacquet, Carlos Oleñik Memmel y Pedro Pablo Seal Melgarejo.
Mientras que en Pedro Juan Caballero fueron capturados Daniel Montenegro, María Cristina González Ibarra, Nancy del Carmen Alfonso, Raquel Amaro González, Jorge Mora Galeano, Renan Gilberto Mora Benítez y Alfredo Duarte.
La operación, fruto de la coordinación entre la Policía Federal, la Senad y el Ministerio Público, seguirá su desarrollo a lo largo de las siguientes jornadas.