Con el aire gamberro y travieso que le caracteriza, Jason Momoa bromeó en un encuentro reducido con los medios en Los Ángeles, al que asistió Efe, sobre lo fácil que es promocionar una producción cuando te encanta y te apasiona.
Pero también se puso serio al explicar lo complejo que es meterse en la piel de alguien que no ve nada e imaginar un mundo en el que la vista es solo un recuerdo o mito del pasado.
“Es imposible realmente vivir o experimentar por lo que pasan (las personas ciegas)”, reflexionó el actor.
“Intenté hacer lo mejor que pude con el tiempo limitado que teníamos, pero es absolutamente imposible. Y es un desafío porque, obviamente, nosotros (los actores) podemos ver mientras lo hacemos (actuar en la serie). Así que tenemos una técnica completamente diferente para ayudarnos a que parezca que no vemos mientras lo hacemos”, añadió.
Momoa encabeza esta superproducción que se estrena el 1 de noviembre y que forma parte, junto a The Morning Show, de las grandes apuestas de Apple TV+ para su desembarco en el mundo de la televisión por streaming.
Creada por Steven Knight (Peaky Blinders; Eastern Promises, 2007) y con Francis Lawrence (saga de The Hunger Games) entre sus directores y productores, See plantea una distopía en la que un virus ha matado a la mayor parte de los seres humanos y los supervivientes han quedado con una extraña carencia: ninguno de ellos puede ver.
En ese mundo de brumas y pasos a ciegas, Baba Voss (Momoa) es el líder de una tribu en la que nacen dos gemelos que sí pueden ver, dos pequeños que representan así una esperanza pero también un peligro para su comunidad.
Con una factura sobresaliente y unos espectaculares paisajes (The Hollywood Reporter asegura que las dos temporadas planeadas, por ahora, de See han costado a Apple USD 240 millones), esta serie puede recordar a la pesadilla estéril de la cinta Children of Men (2006) o a los juegos sensoriales de las películas A Quiet Place o Bird Box (ambas de 2018).
Aunque fuera del cine, quizá la conexión más evidente de See sea Ensayo sobre la ceguera (1995), una de las obras más recordadas del escritor portugués José Saramago.
Momoa, que como el resto del reparto contó con instructores especializados en actuación a ciegas, dijo que le costó recuperarse de algunas rutinas asumidas de cuando simulaba ser un invidente.
“Cuando estoy escuchando a alguien, me veo de repente no haciendo contacto visual, algo en lo que creo mucho (...). Pero cuando hago eso, no es que no te esté escuchando, sino que estoy oyendo muchas otras cosas que pasan en la habitación”, apuntó.
“Solo sentirte cómodo para moverse en el espacio, como si fueras con máscaras de dormir, o moverse rápido para luchar, bailar, o lo que sea, era como un gran desafío”, apuntó la islandesa Hera Hilmar, otra de las protagonistas en See junto a Alfre Woodard, Christian Camargo o Sylvia Hoeks.
Además, el reparto incluye a numerosos actores ciegos o con problemas de visión.
En los dos primeros episodios de See, que pudo ver Efe antes de su estreno, la serie pasa de espectaculares secuencias como una batalla entre dos ejércitos en los que ninguno de sus integrantes puede ver a íntimas escenas relacionadas con el amor, la religiosidad o la familia.
En este último sentido, es clave la diferente reacción de Baba Voss (Momoa) y Maghra (Hilmar) al hecho de que sus dos pequeños tengan el don de ver en mundo de ciegos.
"¿La visión es algo emocionante o solo significa muerte? Creo que para una madre que de repente tiene dos niños que probablemente puedan ver en este mundo, ante todo, es muy aterrador (...) y ella necesita protegerlos”, argumentó Hilmar.
Mientras que Momoa, quien dijo que su personaje se apoya en dos mujeres como Maghra y la misteriosa Paris (Alfre Woodard), señaló que la obsesión de Baba Voss es cómo “unir a esta familia con las piezas que faltan y que él no conoce”.